Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que sostendrá una conversación con los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro. Esto para discutir la situación política y electoral en Venezuela, según mencionó en la conferencia del 1 de agosto. Este diálogo se llevará a cabo al mediodía y tendrá como objetivo analizar las posturas de cada país respecto a la crisis que atraviesa la nación sudamericana.
López Obrador reafirmó la postura de su gobierno, subrayando la prudencia con la que México ha manejado la situación venezolana, evitando cualquier tipo de injerencia en los asuntos internos de ese país. En sus declaraciones, señaló cuatro principios fundamentales, los cuales guían la postura mexicana: la no violencia, el respeto a la voluntad popular, la presentación de pruebas y actas de los resultados electorales, y la no injerencia.
Por otro lado, el mandatario mexicano volvió a criticó la actuación del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, durante el proceso electoral en Venezuela. En este sentido, AMLO cuestionó la declaración prematura de fraude electoral sin pruebas concluyentes. Según López Obrador, estas acciones, lejos de resolver las diferencias, las han agravado.
Respecto a los recientes acontecimientos en Venezuela, López Obrador mencionó: el presidente Nicolás Maduro solicitó al Consejo Nacional Electoral (CNE) convocar a los partidos para entregar la información disponible sobre los comicios. Esto después de que Maduro reconociera un presunto hackeo al sistema de cómputo, lo que ha dificultado la reconstrucción completa de los resultados.
Ante este panorama, López Obrador hizo un llamado a la paz y a la resolución pacífica de los conflictos en Venezuela, exhortando a evitar la violencia entre los ciudadanos venezolanos. La conversación entre los presidentes de México, Brasil y Colombia se inserta en un contexto de esfuerzos regionales por encontrar una salida negociada y pacífica a la crisis en Venezuela, que continúa siendo un tema prioritario en la agenda política de América Latina.
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