Foto: lopezobrador.org.mx
Durante un spot de su primer informe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presume que, durante su gestión, "No han aumentado los impuestos, no ha aumentado el precio de las gasolinas, del diésel, del gas, de la luz, no ha aumentado la deuda pública, lo que aumentó fue el salario mínimo 16 % como no había sucedido en 36 años", sin embargo, hay datos que contrastan con el optimismo de AMLO.
Algunas de las principales preocupaciones del sector privado en el primer año de gobierno se centraron en el bajo crecimiento, falta de inversión y la inseguridad, como ha señalado Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Salazar Lomelí tampoco habló de un panorama apocalíptico y al respecto comentó "El balance es que no vamos tan mal como las redes sociales dicen, ni tan bien como a veces la autoridad dice que estamos. Tenemos un claroscuro donde hay cosas muy buenas y otras que tenemos que mejorar".
En este contexto de análisis, si bien México no se hundió en una recesión, el crecimiento tanto para 2019 como para 2020, está por debajo del ritmo anual del 4% reiterado en múltiples ocasiones por AMLO.
Este miércoles 28 de agosto 2019, Banxico disminuyó el rango de sus previsiones de avance para el PIB de 2019 a entre 0.2 % y 0.7%, desde entre 0.8% y 1.8%, y para el 2020, la previsión de crecimiento pasó de 1.7 y 2.7%, a 1.5 y 2.5%.
El menor crecimiento y la inflación controlada podría significar otro recorte en la tasa de referencia para estimular a la economía mexicana.
Alejandro Díaz de León, gobernador de Banxico, señaló que en el segundo trimestre del año continuó el estancamiento de la economía: por un lado, la producción industrial ha caído y, por el otro, los servicios se han desacelerado.
"Para mejorar el crecimiento de la economía es necesario mejorar la eficiencia de la económica, mayor productividad y mayores niveles de inversión, es necesario fomentar un Estado de Derecho para incrementar la certidumbre y confianza, lo que mejoraría los niveles de inversión", recalcó Díaz de León.
Por su parte, el subgobernador Gerardo Esquivel, postulado para el puesto que hoy ostenta por AMLO, aclaró "Si bien es importante diferenciar el crecimiento económico del desarrollo, también quiero precisar que creo que es importante el crecimiento, así como puede haber crecimiento sin desarrollo, no creo que sin crecimiento logremos el desarrollo", sentenció Esquivel.
En la otra cara de la moneda, entre los datos a destacar en la administración de AMLO, podemos mencionar el hecho de que se hayan obtenido acuerdos con los principales representantes de los empresarios, indicio de cambios en la visión del gobierno y el Ejecutivo.
El acuerdo para renegociar los contratos de gasoductos entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y tres empresas constructoras –Carso Energy, IEnova y TC Energía–, envía un mensaje de confianza a los mercados y es un gesto del presidente donde se procura mandar señales positivas para alentar la inversión privada y puede ser el inicio de un proceso de reconstrucción de la confianza de la inversión.
Otro dato a destacar en cuanto a sus promesas en materia energética, es la estabilización en la producción de petróleo, en más de 1.6 millones de barriles diarios y avances en la construcción de la refinería de Dos Bocas. En materia eléctrica, las tarifas no se han incrementado más allá de la inflación y el precio de la gasolina se ha estabilizado en alrededor de 21 para la Premium.
Así, a unos días de su primer informe de gobierno, la administración presenta claroscuros importantes. Es necesario una eficiencia basada en análisis detallados y dejar de tomar, como hasta el momento, acciones a partir de decisiones poco claras que generan incertidumbre y en un futuro próximo no exista contraste entre los datos y el optimismo de AMLO.
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