Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: U.S. Department of State en Flickr
Como una de las acciones en el último día de la administración Trump en Estados Unidos, Mike Pompeo acusó a China de cometer genocidio y crímenes de lesa humanidad. Esto como referencia a los campos de concentración contra la minoría musulmana Uighur en Xinjiang, lo cual ha sido negado por Xi Jinping, presidente de China.
Mike Pompeo, secretario de Estado, afirmó como una de sus últimas acciones en el puesto antes del cambio de administración las acusaciones contra China. Aunque ha sido considerado como un movimiento meramenta político a favor de Trump y su gabinete, la acusación tendrá graves consecuencias.
Desde 2017 se filtró información sobre prácticas sistemáticas por parte del gobierno chino en contra de una minoría musulmana con presencia en el norte del país. Evidencias de un campos de concentración para los uighures, así como el uso de tecnología de reconocimiento facial y espionaje, fueron presentadas.
Sin embargo, a pesar de las evidencias y peticiones formales por autoridades internacionales, no se ha podido comprobar o realizar acciones en contra de China. La Corte Criminal Internacional, organismo que puede investigar crímenes de lesa humanidad y genocidio, no puede actuar al no ser China un país miembro. Además Xi Jingpin, presidente chino, asegura se tratan de escuelas para enseñar la lengua y costumbres de la nación, no un crimen de odio.
Las declaraciones estadounidenses llegan luego de un gran debate sobre si afirmar o no la acusación contra genocidio y crímenes de lesa humanidad. El 27 de diciembre de 2020, el Congreso estadounidense pidió por una sentencia a la administración de Trump sobre estas evidencias.
Antony Blinken, nominado para secretario de estado bajo la presidencia de Joe Biden, declaró estar de acuerdo con la afirmación de Pompeo, pues él ya lo había afirmado desde el 3 de noviembre. "El forzamiento de hombres, mujeres y niños a campos de concentración; tratar de reeducarlos para que sean adherentes a la ideología del Partido Comunista Chino, habla del esfuerzo por cometer genocidio," declaró.
Esta acusación por parte de Estados Unidos tiene peso en las investigaciones hechas en Xinjiang y podrían favorecer el juicio contra China. Al tratarse de una acusación de la administración de Trump se nota como un movimiento en contra de Biden, pues los lazos entre Washington y Beijing comienzan inestables para el nuevo gabinete.
Llevar un juicio contra China ha sido complicado a pesar de tener evidencias desde 2017, pero puede ser posible con el peso de Estados Unidos. A pesar de ser una posible jugada por la administración Trump, resultaba necesaria para progresar con las acusaciones de genocidio y crímenes de lesa humanidad, para así traer justicia al pueblo Uighur.