Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
El creciente tránsito vehicular en las ciudades fronterizas del norte de México emerge como un desafío complejo ligado a factores económicos, regulatorios y sociales. Según la doctora Bertha Martínez Cisneros, coordinadora de la licenciatura en logística internacional de la universidad CETYS, esta problemática requiere estrategias integrales que consideren la dinámica transfronteriza.
Ciudades como Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez enfrentan un panorama agravado por el uso extendido de vehículos registrados en Estados Unidos por residentes binacionales, una regulación deficiente de los autos chocolate y la importación masiva de autos usados. Estos factores contribuyen a la saturación vial, dificultan la movilidad urbana y complican la planeación de infraestructura, explicó Martínez Cisneros en un comunicado al que tuvo acceso NotiPress.
La experta señaló que muchos residentes mantienen el registro estadounidense de sus vehículos para evitar los costos y trámites asociados a la nacionalización en México. A falta de regulación efectiva, se opta por evitar revisiones técnicas y ambientales locales, afirmó. Esto genera una falta de censo vehicular confiable y limita la aplicación de normativas esenciales para la movilidad sostenible.
Además, los programas de regularización de autos extranjeros, aunque brindan certeza jurídica, fomentan la entrada irregular de vehículos. Esto afecta directamente la infraestructura vial, incrementa la contaminación y limita el desarrollo de políticas de transporte sostenible. Según Martínez, la importación masiva de vehículos usados también afecta negativamente al mercado automotriz nacional y agrava problemas de seguridad vial al permitir el ingreso de unidades que no cumplen estándares internacionales.
Para abordar esta situación, la especialista planteó soluciones estratégicas:
Finalmente, Martínez Cisneros subrayó que esta problemática también representa una oportunidad para reestructurar políticas de movilidad y comercio en la región fronteriza. Con una colaboración binacional efectiva y estrategias innovadoras, las ciudades transfronterizas podrían convertirse en modelos de desarrollo sostenible, sugiere el análisis.