Ciudad de México ,
Patricio Contreras
Crédito foto: m_ebrard en Twitter
El 4 de agosto 2021, el secretario de relaciones exteriores de México, Marcelo Ebrard, presentó una demanda interpuesta en contra de 15 fabricantes de armas en Estados Unidos. En una publicación en su red social Twitter, el funcionario adujo, "buscamos reparación del daño y que abandonen su negligencia e irresponsabilidad".
En conferencia de prensa desde el Museo de la Memoria y Tolerancia en Ciudad de México, funcionarios de la cancillería mexicana dieron detalles sobre este proceso legal. La demanda, del tipo civil, fue presentada ante el juzgado de la ciudad de Boston, Massachusetts y algunas de las manufactureros señalados son Smith & Wesson, Barrett, Colt, Glock, Sturm, Ruger & Co., entre otros.
Según datos de la cancillería, "el comercio negligente de armas de Estados Unidos" alcanza movimientos de aproximadamente medio millón de armas al año. Cifras aseguran, con estas se cometieron 17 mil homicidios dolosos en 2019, ocasionando "altos costos por atención médica, afectación a infraestructura y pérdida de ganancias en turismo", equivalentes al 1.5% del PIB mexicano.
Por otra parte, acusan a estas empresas de negligencia en "diseño, publicidad y comercialización; lo que facilita su tráfico". Aducen, estas incurren en tácticas de venta dirigidas a grupos criminales y distribución de armas cada vez más letales. Además de múltiples a un solo comprador y falta de revisión de antecedentes, "privilegiando el beneficio económica a expensas de vidas humanas",
A su vez, el Ebrard afirmó que buscan compensación por parte de las empresas demandadas por un monto a determinar en juicio. También, el desarrollo e implementación de "estándares razonables y verificables" para monitorear a los distribuidores y los productos; además de mecanismos de seguridad y trazabilidad. Aseguró también que estas empresas desarrollan modelos específicos para el narco "desde el punto de vista estético y práctico".
Indicó Marcelo Ebrard, esta tipo de procesos no tienen precedente y aseguró confiar en la "calidad jurídica" de la demanda, misma que se preparó durante un periodo de dos años. De igual manera, enfatizó, se trata de una demanda civil y no diplomática, dirigida a fabricantes de armas en Estados Unidos, no hacia el país y descartó tensiones con la administración de Joe Biden.