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En rueda de prensa, el presidente y director general de Nissan, Hiroto Saikawa, reconoció haber recibido pagos extras por parte de su compañía, pero negó haberlos ordenado o saber de dónde provenían.
Saikawa explicó que estos dineros inapropiados se deben que su remuneración se infló indebidamente -en varios millones de yenes- debido a un proceso de especulación sobre el movimiento de la gran empresa japonesa de vehículos.
Dicho dinero se le entregó como parte del sistema de bonificación de los directivos de la organización, quienes por normatividad interna de la gran fabricante japonesa tienen la posibilidad de obtener ganancias cuando aumentan las acciones de esta multinacional.
Esta investigación interna en Nissan explicó a la opinión pública, medios de comunicación e industria que el suceso se debió al permiso que se le concedió al CEO para retrasar su pago, con el fin de obtener beneficios por el aumento en el valor accionario.
Las fechas de pago fueron cambiadas con el objetivo de alcanzar cifras máximas de capitalización en los precios accionarios. De este modo, Saikawa ganó, de forma indebida, 47 millones de yenes más (442.000 dólares). Sin embargo, el presidente ha sido el único ejecutivo que se benefició de estos movimientos accionarios.
Según Nissan, el directivo no violó con este sobrepago ninguna ley japonesa, aunque van a estudiar si de alguna manera atentó contra alguna norma interna de la organización. De todos modos, Saikawa ofreció una rueda de prensa en la cual reconoció el cobro de este sobresueldo, explicó que se debió a un "problema en la operación" y afirmó que regresará la diferencia.
"Hemos escuchado que los derechos por revaluación de las acciones también serán parte del reporte", señalaron voceros oficiales de Nissan, para referirse a los pagos que se asocian a precios y movimientos de las acciones bursátiles.
Este hecho, que ha suscitado escándalo en la empresa privada a nivel internacional, se resolverá en septiembre de 2019, en el contexto de la junta de accionistas. Será allí donde se determinen si se van a imponer sanciones disciplinarias o de algún otro tipo.
La gravedad de este asunto se debió, además, a que el expresidente de Nissan a nivel global, el brasileño Carlos Ghosn, se encuentra enfrentando un juicio penal por falsificación de documentos sobre acciones de compensación diferida y otros cargos.
Es la cuarta vez que Ghosn, quien permanece preso en el país asiático, es acusado por la justicia japonesa, pero él mantiene su postura de inocencia y argumenta que todo lo sucedido se debe a un complot y traición de sus excompañeros de Nissan.
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