Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: La Iglesia de Jesucristo
Tres entidades federativas de México, Chiapas, Coahuila y Ciudad de México, se posicionan como puntos estratégicos para el fortalecimiento de la atención humanitaria ante el aumento en la movilidad de personas refugiadas. De acuerdo con información proporcionada a NotiPress, una reciente donación al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) permitirá mejorar significativamente la infraestructura y los servicios disponibles en albergues de dichas zonas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el país experimenta un incremento en la llegada de personas desplazadas. En este contexto, la demanda de servicios esenciales en albergues superó sus capacidades, afectando la calidad de vida de los beneficiarios. Para atender esta situación, se anunció una alianza entre ACNUR y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con el objetivo de ampliar el alcance y funcionalidad de tres centros de atención clave.
Ciudad de México, Coahuila y Chiapas fueron seleccionadas debido a su alta concentración de personas en tránsito o asentamiento forzoso. En estas entidades, los albergues beneficiados recibirán suministros, atención médica, asesoría legal, apoyo psicosocial y programas educativos y laborales. Esta intervención representa un esfuerzo coordinado por proporcionar soluciones humanitarias que respondan de forma directa a necesidades urgentes.
Durante el anuncio, el élder Hugo Montoya, presidente del Área México de la Iglesia de Jesucristo, señaló: "La Iglesia tiene por objetivo ayudar a los más necesitados, creemos todos merecen las mismas oportunidades. Para nosotros es un gusto trabajar con todas las instituciones que ofrecen ayuda sin juzgar". Esta declaración refuerza el carácter inclusivo de la iniciativa y la colaboración interinstitucional que la sustenta.
Por su parte, Giovanni Lepri, representante de ACNUR en México, destacó la importancia de este tipo de colaboraciones para lograr un impacto real en las condiciones de vida de las personas en situación de movilidad. En sus palabras: "La colaboración y el apoyo de las instituciones es indispensable para ampliar nuestras operaciones. Agradecemos a la Iglesia de Jesucristo por la entrega y el esfuerzo para que juntos podamos hacer la diferencia".
Este aporte beneficiará a más de 13 mil personas, en un momento donde las necesidades de infraestructura y servicios se volvieron más urgentes debido al flujo constante de personas desplazadas. Las regiones seleccionadas se encuentran entre las más críticas del país por su ubicación geográfica y por la concentración de personas refugiadas.
Así, el fortalecimiento de estos albergues se traduce en una red de asistencia más robusta, dirigida a garantizar atención integral en zonas donde los desafíos de movilidad rebasaron la capacidad institucional. Con ello, se amplían las posibilidades de respuesta ante uno de los fenómenos sociales más relevantes en la agenda humanitaria actual.