Foto: servindi.org
Según el Censo de Población y Vivienda 2020, en México existen 7 millones 364 mil 645 personas que hablan una lengua indígena, y 2 millones 576 mil 213 que se identifican como afromexicanos o afrodescendientes. No obstante, las comunidades originarias han sufrido, poco a poco, un genocidio cultural por la invisibilidad y abandono de las instituciones y garantías indígenas por parte del Gobierno federal.
En el contexto del Foro Binacional Migrante e Indígena, Candelaria Lázaro Lázaro, gobernadora nacional indígena de México, aseguró que a los indígenas "se les ve solo como mercado" en época electoral. En la conmemoración de los 102 años del asesinato del caudillo revolucionario Emiliano Zapata, Lázaro recordó el genocidio cultural que significa la pérdida de sus lenguas originarias.
De igual forma, habló sobre la simplificación del concepto "familia" para las comunidades indígenas, "para nuestros pueblos, la familia es toda la comunidad". Según la gobernadora, las comunidades originarias se vinculan personalmente con "la partera que nos recibe al nacer, las personas mayores, los parientes y vecinos. Todos nos conocemos y como familia, hay de todo, buenos, malos, pero todos importantes".
Durante su participación en la conmemoración señaló, el problema de las comunidades indígenas no es la falta de leyes, sino la falta de organización. "Todos nuestros derechos están ahí, pero estamos esperando que venga el gobierno a resolver y eso no va a pasar", dijo Lázaro, "pero en la unidad podemos apoyarnos entre todos". Por otra parte, Fuerza Migrante, organización binacional vinculada con el Gobierno Nacional Indígena de México, comentó, Candelaria Lázaro realiza un esfuerzo muy serio para unir a las comunidades migrantes en Estados Unidos. "En estas comunidades muchos son hermanos indígenas que buscan como todos, reconectar con sus comunidades".
Joaquín Contreras Ortega, de la Sociedad Cooperativa Red Campesina Agroecológicos Tierras del Sur, relató cómo su la organización apoyó a la organización de campesinos. Esto para que su ganado, sorgo, maíz y caña de azúcar no fueran objeto de enriquecimiento para "comercializadores" o coyotes. De igual forma, detalló cómo esta cooperativa ha sido una propuesta de desarrollo y arraigo comunitario ante la migración.
La forma de ayudar a las comunidades indígenas ha sido contraproducente y forma parte de este genocidio cultural, aseveró Candelaria Lázaro. "Creen que necesitamos otro tipo de casas o de herramientas y cuando desaparecen las cosas tradicionales, también dejamos de llamarlas por su nombre". Lázaro analizó en un comunicado enviado a NotiPress, conforme se pierden las lenguas originarias, también se pierden las formas de organización y costumbres indígenas, así como su tecnología y conocimiento. "La relación que tenemos con la tierra nos las cambian por formas que nos anestesian y aturden".
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