Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El 15 de diciembre marcó el segundo aniversario del Tren Maya, el sistema ferroviario que aún no alcanza su funcionamiento total. La obra emblemática para el sureste mexicano continúa bajo evaluación pública debido a retrasos técnicos, costos elevados y reportes ciudadanos sobre afectaciones sociales y ambientales.
Durante abril, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que la infraestructura estaba "casi terminada". Sin embargo, datos disponibles muestran que la instalación de catenarias para electrificación sigue incompleta en diversos tramos, con trabajos limitados por el paso operativo del tren.
Autoridades energéticas informaron que Mérida IV entraría en operación en los próximos meses, mientras que la planta Riviera Maya–Valladolid no finalizaría antes de agosto de 2027. Además, solo 18 de los 42 vagones contratados con la empresa Alstom han sido entregados. También quedan inconclusos diversos espacios públicos y turísticos gestionados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Un informe presentado por la Misión Civil de Observación documentó desmontes en al menos 11,482 hectáreas de selva, en gran parte sin permisos de cambio de uso de suelo. De acuerdo con el mismo reporte, se colocaron 15,000 pilotes de acero en un sistema de cuevas subterráneas, lo que afectó de manera directa más de 130 cenotes y cavidades naturales.
Impactos en comunidades también fueron destacados en el documento. Según su contenido, zonas habitadas próximas a la vía férrea experimentaron alteraciones sociales debido a la llegada de trabajadores externos y flujos poblacionales inesperados. Entre los cambios señalados figuran disputas entre grupos delictivos, actividades ilícitas y descomposición del entorno comunitario.
Los resultados económicos obtenidos hasta septiembre indican ingresos por 387 millones de pesos frente a egresos que superaron los 3,000 millones. Esta diferencia generó un déficit de 2,681 millones, de acuerdo con el informe financiero más reciente sobre el proyecto.
Ubicado en los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, el trazado total alcanza 1,554 kilómetros. Actualmente se encuentra en operación parcial con rutas orientadas al turismo regional. Paralelamente, se avanza en infraestructura para carga, una línea logística que inició obras en abril.
El diseño institucional del Tren Maya busca diversificar los destinos turísticos, fomentar empleos en zonas rurales y mejorar la movilidad en el sureste. No obstante, múltiples componentes técnicos, ecológicos y sociales continúan generando revisiones públicas por parte de especialistas, organizaciones y habitantes de la región.