Ciudad de México,
A Amigon
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La lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTTTIQ continúa en México. En lo que va de 2020 hay triunfos y tragedias. Existen estados que reconocen el matrimonio igualitario y permiten el registro de personas transgénero y transexuales, mientras otros consideran lo contrario y buscan derogar los logros alcanzados.
Como resultado de la luchas llevada a cabo por activistas, Puebla fue el primer estado en aceptar el matrimonio igualitario en 2020, con 18 votos a favor, 5 abstenciones y ninguno en contra. Ahora los registros civiles de la ciudad y las 17 juntas auxiliares tendrán que permitir la unión de parejas del mismo sexo.
Estados que aprueban el matrimonio igualitario son: Ciudad de México, Coahuila, Chihuahua, Campeche, Colima, Michoacán, Morelos, Chiapas, Quintana Roo, Nayarit, Jalisco, Nuevo León, Baja California Sur, Aguascalientes, San Luis Potosí, Hidalgo y Oaxaca. En el caso de Tlaxcala, se aprueba sólo la unión civil; Querétaro aprueba el matrimonio gay en ocho municipios; Guerrero lo aprueba en cuatro, y Zacatecas, en tres.
Baja California aunque la ley permite los matrimonios sin necesidad de amparo, existe un gran descontento de parte de grupos pro familia que exigen una consulta ciudadana para permitir o no la unión pues, según estos grupos, la población debe tener el voto para aceptarlo. Hasta el momento sus exigencias son rechazadas por el Congreso del estado, pero las marchas en contra continúan.
Estas exigencias se encuentran en otros estados mexicanos, donde la presión de grupos pro familia o activistas religiosos resultan en el rechazo. Este el caso de Veracruz cuando el 30 de enero de 2020 el Congreso rechazó la reforma de 54 artículos del Código Civil para considerar discriminatoria la definición de matrimonio como la unión civil entre hombre y mujer, a pesar de que la Suprema Corte de la Justicia de la Nación (SCJN) lo determinó así en 2017.
Asimismo, la comunidad trans mantienen otra lucha encaminada al reconocimiento de su identidad y detener la violencia en su contra. Para los activistas transgénero, la concientización de la violencia a la comunidad y los transfeminicidios son un punto clave en su trabajo.
Recientemente se publicó el "Reporte de asesinatos y violencia contra travestis, transexuales y personas de género diverso en América Latina y el Caribe". De acuerdo con el estudio, Brasil y México encabezan la lista de países con más transfeminicidios en la región con 123 y 40 asesinatos en 2019, respectivamente.
Para el reconocimiento de su identidad, aunque desde noviembre de 2019 ya existe un decreto por la SCJN para el cambio de género en el acta de nacimiento sin necesidad de juicio en todo el territorio nacional, sólo Tlaxcala, Ciudad de México, Nayarit, Colima, Michoacán, Hidalgo, Oaxaca, Coahuila y San Luis Potosí cuentan con un proceso administrativo que permitan cambiar sexo y nombre en documentos oficiales.
En Coahuila, por ejemplo, las personas trans ya pueden emitir voto en el estado debido a que se reconoce su cambio de identidad de género, ya que el procedimiento para el cambio inició desde febrero de 2019. Este proceso debe encontrarse disponible en los demás estados mexicanos.
Otro punto a tratar es el protocolo para el acceso sin discriminación a la prestaciones de servicios de salud, el cual asegura que el cuerpo médico esté consciente de las necesidades y diferencias de un cuerpo trans. Este protocolo aún no es aceptado en estados como Aguascalientes y en otros la discusión ni siquiera empieza.
Aunque algunos procesos se han ganado en favor de los derechos de la comunidad LGBT+, aún falta mucho por hacer para garantizar la seguridad y libertad de las personas en su libre expresión de género y afecto, no sólo en los tribunales y congresos, sino también en las calles, trabajos, escuelas e instituciones.