Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a utilizar su espacio matutino para defender su propuesta de reforma al Poder Judicial, una iniciativa que promovió desde el pasado 5 de febrero de 2024. Durante la intervención, el mandatario insistió en que la elección de jueces, magistrados y ministros debería estar en manos del voto popular, reforzando así su narrativa de que estos funcionarios deben su responsabilidad únicamente a la ciudadanía.
López Obrador mencionó que, según lo que escuchó en sus visitas a distintas comunidades como también lo que le transmitió la presidenta electa Claudia Sheinbaum, la gente prefiere que los ministros sean elegidos directamente por el pueblo y no por el presidente o el Senado. "El pueblo hagan una encuesta… es para que los jueces y los magistrados y los ministros sepan que se deben a la voluntad del pueblo," afirmó, aludiendo a la idea de que los funcionarios judiciales deberían ser más representativos de los intereses populares.
Por su parte, el mandatario también aprovechó para criticar el sistema actual de nombramientos en el Poder Judicial, insinuando que ha estado dominado por decisiones unilaterales de anteriores administraciones. Con un tono irónico, recordó cómo expresidentes como Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo controlaron estas designaciones, afirmando que "¿Les estoy platicando aquí lo del ministro este jubilado, qué método democrático? Nada. Salinas le dijo vente para acá," y haciendo hincapié en la falta de transparencia que, según él, caracterizó estos procesos en el pasado.
López Obrador no se limitó a cuestionar la independencia del Poder Judicial; también criticó las pensiones y los elevados ingresos que algunos de sus exfuncionarios reciben. "¿Cómo eso? ¿Cómo vamos a permitir esas cosas?" preguntó de forma retórica el mandatario, refiriéndose a lo que considera un abuso de recursos públicos que beneficia a una élite mientras el resto del país enfrenta desigualdades económicas.
Asimismo, arremetió contra periodistas críticos como Carlos Loret de Mola y Jorge Ramos al exponer sus ingresos en la actividad periodística. Acusó que los ingresos económicos percibidos corresponden a campañas impulsadas por opositores y no se relacionan con la capacidad intelectual o profesional de los comunicadores. En otras palabras, minimizó las habilidades comunicaciones y atribuyó la presunta existencia de corrupción a partir del pago por parte de un sector de oposición.
Con su narrativa, AMLO continúa utilizando la reforma judicial como una herramienta política para consolidar su apoyo popular, presentando su agenda como una lucha por la justicia y la igualdad en contra de un sistema que, según él, fue corrompido por intereses ajenos al pueblo.
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