Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El periodo navideño concentra uno de los picos más altos en el consumo de energía y recursos del año, según revelan datos satelitales de la NASA y un estudio ambiental internacional. Las imágenes nocturnas captadas por el satélite Suomi NPP, que cuenta con el radiómetro VIIRS (Visible Infrared Imaging Radiometer Suite), permiten observar desde el espacio el aumento en la iluminación urbana durante estas fechas, reflejando patrones culturales y sociales vinculados al uso intensivo de energía.
Una investigación del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, publicada en ResearchGate, estimó que durante la temporada navideña cada persona genera en promedio 650 kilogramos de dióxido de carbono (CO₂), lo que equivale al 5,5% de la huella de carbono anual total. Este impacto ambiental se atribuye al incremento en el consumo de alimentos, los viajes, la iluminación decorativa y el consumo masivo de productos.
De acuerdo con la NASA, el monitoreo satelital nocturno permite ahora un análisis diario del consumo energético global. "Por primera vez se tiene la capacidad para mejorar ese análisis y monitorear de manera diaria y consistente todas las ciudades del mundo", indicaron los investigadores. Este seguimiento ha revelado aumentos generalizados en el consumo de electricidad en ciudades de Estados Unidos, sin importar su nivel de desarrollo económico. "Durante la Navidad, en todas las ciudades... aumentó el consumo de energía", confirmaron.
En Puerto Rico, donde las festividades se extienden hasta el 20 de enero con el festival de San Sebastián, los investigadores lograron estudiar a detalle el comportamiento energético. Según el estudio, "la Navidad portorriqueña es una de las más largas del mundo", lo que facilitó una observación prolongada del patrón de consumo.
Con impacto específico por categoría, el estudio del Instituto de Estocolmo desglosa el consumo de alimentos generando en promedio 26 kilogramos de CO₂ por persona, debido al transporte, producción y embalaje. Los viajes familiares representan 96 kilogramos de CO₂ por persona, con el transporte aéreo y el uso del automóvil como principales fuentes emisoras.
Las luces decorativas tradicionales en los hogares pueden emitir hasta 218 kilogramos de CO₂ por temporada. Sin embargo, el uso de luces LED permite reducir esa cifra en 200 kilogramos por hogar, convirtiéndose en una opción más eficiente desde el punto de vista energético.
El consumo relacionado con los regalos navideños representa hasta 310 kilogramos de CO₂ por persona, de los cuales 80 kilogramos corresponden a regalos entregados por compromiso. Además, el uso masivo de papel de regalo tiene consecuencias ambientales notables: según la OCDE, cada año se utilizan 365.000 kilómetros de papel, lo suficiente para rodear el planeta nueve veces. La producción de tarjetas navideñas también impacta la deforestación, con una estimación de 33 millones de árboles talados anualmente en países occidentales.
En regiones como Medio Oriente, el análisis satelital evidenció un comportamiento similar durante el Ramadán. "Después de comprobar que la señal fuera correcta, los investigadores descubrieron que los patrones de consumo estaban relacionados con el Ramadán", explicaron los responsables del monitoreo, quienes inicialmente utilizaban la zona para calibrar los sensores debido a su clima seco y baja nubosidad. Otro factor relevante es la elección del árbol de Navidad. Un árbol natural que se convierte en astillas o se quema tras su uso emite alrededor de 3,5 kilogramos de CO₂, mientras que uno artificial puede generar hasta 40 kilogramos, por lo que tendría que utilizarse durante al menos 12 años para equiparar su impacto ambiental.
Finalmente, la gestión de residuos sigue siendo un área de mejora. En Estados Unidos y el Reino Unido, las tasas de reciclaje de papel y cartón alcanzan el 65% y 79% respectivamente, aunque el estudio sugiere que aún existe margen para disminuir el volumen de desechos generado en esta época del año.