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Ricardo Valero, ahora exembajador de México en Argentina, protagonizó otro escándalo internacional. El 26 de octubre, la alarma de una librería porteña sonó, al detectar que el representante de México tenía un libro escondido en un periódico; días después el diplomático tomó una camiseta del Duty Free del Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Por ello, fue acusado por el intento de robo. A consecuencia de estos hechos, la Secretaría de Relaciones Exteriores aceptó la renuncia del diplomático y dio a conocer su estado de salud. Ante esta situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo en conferencia matutina del 23 de diciembre sobre la designación del funcionario para representar a México, "no se sabía, es muy lamentable este caso y hasta doloroso".
El presunto robo del libro fue reportado como hurto ante el Juzgado Federal número 10, cuyo juez, Julián Ercolini, remitió directamente a la Corte Suprema de la Nación Argentina. Según el sumario Nro.672031/2019 del Ministerio de Justicia y Seguridad Policial de la Ciudad, el diplomático fue acusado por un delito menor. Las autoridades mexicanas y argentinas lograron mantener el episodio en secreto durante casi dos meses.
Al exembajador se le ordenó regresar a México el 10 de diciembre de 2019, tras la filtración del vídeo del presunto hurto del libro, valuado, según el sitio web de la cadena librera, en 590 pesos argentinos, equivalentes a 189 pesos mexicanos.
Debido a estos motivos, y al saber el estado de salud del diplomático, el canciller mexicano Marcelo Ebrard, informó que no era un problema ético del embajador, sino una cuestión de salud. En su cuenta de Twitter escribió "Ricardo Valero es una gran persona, está sujeto a tratamiento neurológico, le deseo pronta recuperación".
Ana Luisa Sosa Ortiz, doctora de Médica Sur agregó en un documento que la condición de Valero merma las capacidades cognitivas. La especialista recomendó hacer una revalorización integral con estudios de neuroimagen y evaluaciones cognitivas ante la sospecha de que esté presentando cambios recientes en su estructura y funcionamiento cerebral.
Tanto la Secretaría de Relaciones Exteriores como el presidente mexicano, atribuyeron los escándalos del exembajador a cuestiones de salud, aunque Valero renunció a su carrera diplomática tras los hechos. Al ser cuestionado sobre la designación del representante mexicano, AMLO agregó, "le mandó un abrazo cariñosísimo". Sobre la designación de un nuevo diplomático, el mandatario concluyó "en su momento se va a buscar quién lo sustituya".
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