Ciudad de México ,
Ariadna Armas
Crédito foto: Ilustración: Pedro Basilio (NotiPress)
Según informes, la fabricante tecnológica, Huawei, despedirá a cientos de empleados de la compañía en Estados Unidos. Después de meses en la cuerda floja tras el anuncio del gobierno estadounidense por ingresar a la empresa china a la lista negra justificando como amenaza para la seguridad nacional.
Ahora, la filial de investigación, Futurewei Technologies, que aún opera varios centros en Estados Unidos, despedirá a empleados estadounidenses. Según medios, otros empleados ya fueron puestos en aviso sobre su futuro despido, mientras que, Huawei ha dado la opción a otros trabajadores de reubicarse en China. Actualmente la empresa da trabajo a 850 personas y según el Wall Street Journal, las repercusiones se verán reflejadas únicamente en la subsidiaria.
Tras la entrada de Huawei a la lista de entidades, la rama de la investigación de la empresa china, se ha puesto en marcha para separar las operaciones de su matriz, según informaron trabajadores de la Futurewei de manera anónima para medios el pasado junio de 2019, Sin embargo, ni el consejero general de Futurewei ni el portavoz de Huawei confirmaron que estas acciones se estuvieran llevando a cabo.
Las fallas de comunicación de los empleados de la filial con la central de Huawei se ha visto limitada desde que el gobierno de Trump decidiera poner a la empresa en la lista negra. Sin tener datos exactos de la razón de los despidos, la situación de la fabricante continua en precariedad. A pesar del anuncio de pausa a la guerra comercial se diera por parte del gobierno de Donald Trump y Xi Jinping por parte de China se anunciara al mundo en el umbral de la G-20, el lugar de Huawei quedó inseguro. Si bien los permisos con los que cuenta la empresa de momento ya les permite la compra de software y chips, el acceso a servicios de telecomunicación siguen restringidos.
¿Quién es Futurewei Technologies?
Todavía funge como la extensión de investigación y desarrollo de Huawei en Estados Unidos con empleados con oficinas en Seattle, Silicon Valley, Dallas y Chicago y cuenta el registro de más de 2,100 patentes en telecomunicaciones, red 5G y tecnología audiovisual. Las operaciones de las dos empresas nunca habían estado separadas, por lo que el primer aviso de la separación llegó poco después de la carta enviada por 26 miembros del Congreso de Estados Unidos a la secretaria de educación Betsy DeVos, poniendo en tela de juicio la asociación de Huawei con 50 universidades alegando la amenaza a la seguridad nacional que eso podría representar. Tras la carta, numerosas instituciones terminaron acuerdos con Huawei por completo.
Desde su entrada a la lista negra, la empresa china sí ha tenido dificultades por acceder a servicios y piezas esenciales para la funcionalidad de sus equipos, en voz del presidente de Huawei, Ren Zhengfei, estimó ganancias anuales menores a 100 mi millones de dólares comparados con las proyecciones por 104 mil millones contemplados para este 2019.
Huawei sí reportó múltiples afectaciones en varios sectores de sus funciones. A pesar de las pérdidas desde la prohibición, en mayo del 2019, la empresa aseguró no recortar gastos en desarrollo, investigación ni despidos a grande escala, el panorama para Huawei no ha mejorado incluso después de la pausa a la guerra comercial, por lo que su decisión de mover sus filiales al centro de control, no es una sorpresa. Ahora sólo queda por esperar el recuento de las afectaciones del mercado laboral que este inicial despido pueda representar para el gobierno estadounidense.
Casi un mes después la noticia de separación de Futurewei y Huawei, llega el despido de empleados estadounidenses, el futuro de uno de los mejores centros de investigación de Huawei queda incierto. ¿Cerrará sus puertas?, ¿dividirá sus operaciones? o ¿regresará sus operaciones a China? Con la tensión actual entre China y Estados Unidos, la respuesta podría ser sólo una estrategia comercial para mantener las operaciones de la fabricante a salvo de más prohibiciones o las acciones proteccionistas de una de las compañías más dañadas desde el inicio de la guerra comercial.