Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: @Algeria_FC
Los Juegos Olímpicos París 2024 tienen en vilo a todo el mundo presentando a los atletas más audaces de todos los países. Aun así, también están dotados de polémica. Una de las controversias más significativas fue la sucedida el 1 de agosto. Durante un combate de boxeo femenino, la italiana Angela Carini debió retirarse de la pelea luego de solo 46 segundos. Su contrincante era la argelina, Imane Khelif, una boxeadora que se encuentra envuelta en medio de un escrutinio público que inspiró comentarios de figuras de renombres y hasta jefes de Estados.
Después de que Khelif le diera un contundente puñetazo a Carini que le desprendió el protector de la barbilla, la boxeadora italiana decidió abandonar la pelea argumentando que jamás había recibido un golpe como ese y que si continuaba ponía en riesgo su vida. Pese a que la boxeadora hizo una disculpa pública al día siguiente por no estrecharle la mano a su rival, la pelea suscitó dudas en torno a Khelif. En 2023, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) declaró a la atleta no apta para el torneo femenino después de que aparentemente no superara una prueba de elegibilidad de género. No obstante, el Comité Olímpico (COI), el cual no reconoce a la IBA por acusaciones de corrupción, aprobó la participación de la boxeadora argelina.
La controversia desató una ola de críticas, en su mayoría transfóbicas, alegando por la participación de Khelif en el boxeo femenino así como también, la boxeadora fue utilizada por los críticos como un ejemplo para justificar la batalla cultural en torno a la identidad de género. Entre las figuras que juzgaron a la argelina se encuentran, Donald Trump, Javier Milei, Elon Musk, JK Rowling, quien se ha caracterizado por oponerse a la libre elección de género, y hasta la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Cabe resaltar que Argelia es un país en donde se prohíbe la homosexualidad y, aun más, la transexualidad. En este sentido, Khelif nunca podría haberse sometido a un cambio de género en su país. Sin embargo, pese a las acusaciones de que la boxeadora es "transexual" o "travesti", lo cierto es que Khalif padece de un trastorno hormonal que le genera más andrógenos de lo normal (como la testosterona), pero aun así sigue siendo una mujer biológica. Su condición es conocida como androgenismo, lo cual se caracteriza por los niveles excesivamente altos de hormonas masculinas.
Por tales motivos, el COI defendió a Khelif y a la taiwanesa Lin Yu-Ting, quien tiene una situación similar. De hecho, la boxeadora argelina ya había participado en Tokio 2020 cuando fue eliminada en cuartos de final por la irlandesa Kellie Harrington. El ente olímpico internacional aseguró que "todos los atletas que participan en el torneo de boxeo cumplen con las normas de elegibilidad y de inscripción, así como con todas las normas médicas aplicables establecidas".
Aun así, la controversia abrió un debate sobre las normas de elegibilidad por parte de las organizaciones deportivas en cuanto a los criterios que utilizan para determinar el género del deportista. Aún así, la argelina tiene el aval del COI para continuar en la competencia. Khelif peleará nuevamente el sábado 3 de agosto contra la húngara, Luca Hámori.