Ciudad de México,
Jorge Cerino
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Una nueva encuesta de la Universidad de Michigan arroja datos sobre las preocupaciones de los padres en materia de salud para el regreso a clase de sus hijos. En este sentido, los tres primeros lugares lo ocupan el uso excesivo de dispositivos (67%), las redes sociales (66%) y la seguridad en internet (62%).
Pese a la preocupación por estas actividades tecnológicas, más de la mitad de padres estadounidenses encuestados, también consideraron los problemas de salud mental como una de sus principales preocupaciones en torno a la salud de niños y adolescentes. Según un comunicado de la universidad, ambos temas consiguieron desplazar a la preocupación por la obesidad. Pues, diez años atrás, la obesidad ocupaba el primer puesto de la lista de problemas de salud infantil que preocupaban a los padres, señala la universidad.
Aunado a lo anterior, es importante mencionar que los padres aún consideran los problemas que afectan directamente la salud física, incluida la alimentación poco saludable y la obesidad, como una preocupación importante para la salud de los niños. No obstante, estos han sido superados por las preocupaciones de salud mental, redes sociales y tiempo frente a la pantalla.
Diversos estudios han recopilado en años recientes un aumento en el tiempo que niños y adolescentes pasan frente a la pantalla de dispositivos electrónicos. En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró un promedio de 5.5 horas diarias de tiempo en Internet para este sector demográfico, en 2021. Esto supuso un aumento de 2.5 horas, con respecto a la estadística de 2017.
Así, los efectos adversos de un aumento en el tiempo frente la pantalla en niños y adolescentes son diferentes según la edad, aspecto que se ha registrado en diversos estudios. Por ejemplo, en niños de entre 8 y 9 años de edad, ver más de dos horas de televisión al día se vincula con puntajes más bajos en lectura y aritmética a los 10 y 11 años. Asimismo, el uso prolongado de dispositivos electrónicos en niños de 18 meses se asocia con problemas conductuales al alcanzar los 5 años.
Respecto a las preocupaciones sobre salud mental, estas incluyen temas como depresión, suicidio, bullying, estrés, ansiedad, entre otros. Esto se da en un contexto donde científicamente se ha comprobado que aun después de tres años, el impacto de la pandemia en la salud mental de adolescentes ha sido persistente.
De esta forma, las preocupaciones de los padres respecto a la salud de sus hijos al regresar a la escuela son diferentes con respecto a la década pasada. Ahora, los padres priorizan la preocupación por los efectos negativos del uso desmedido de la tecnología y por los estragos de la pandemia en la salud mental aún persistentes.