Foto: Gobierno de México
Este miércoles 30 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo firmó el decreto que convierte a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) en empresas públicas del Estado, eliminando su estatus de empresas productivas. La firma se realizó tras la aprobación de la reforma energética enviada al Congreso en febrero por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, la cual fue declarada constitucional en días recientes.
Durante la conferencia matutina, conocida como "La Mañanera del Pueblo", Sheinbaum expresó su satisfacción por la culminación del proceso legislativo. "Es una reforma muy importante, le devuelve al pueblo lo que habían privatizado", declaró, refiriéndose a la transición de CFE y Pemex a entes totalmente públicos, en una medida que, según el gobierno, busca fortalecer el control estatal sobre los sectores energéticos estratégicos de México.
Por su parte, Luz Elena González, titular de la Secretaría de Energía (Sener), destacó la relevancia de esta reforma y la calificó como motivo de orgullo para el Estado. "Concluyó el proceso legislativo de la reforma en materia de áreas y empresas estratégicas del Estado mexicano, hoy ya es una reforma constitucional que nos llena de muchísimo orgullo", afirmó González, subrayando que este cambio representa una reestructuración significativa del marco legal en torno a las industrias energéticas del país.
Esta reforma marca un hito en la política energética de México, revirtiendo en gran medida la apertura al capital privado en el sector energético promovida en años recientes. La decisión reafirma la intención del gobierno de centralizar el control sobre la producción y distribución de energía, otorgando a Pemex y CFE un papel renovado y exclusivo bajo el mandato estatal.
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