Ciudad de México,
Gustavo Torres
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) compartió con humor que los sonidos característicos de los organilleros se convirtieron en su principal distractor al momento de escribir. Esta declaración surgió como una respuesta irónica a las críticas sobre ciertos elementos culturales que definen la identidad mexicana.
En una publicación en la red social X, Maria Marván Laborde describió como "abuso" el ruido nocturno de los vendedores ambulantes, particularmente el de un vendedor de tamales que, con su altavoz a todo volumen, anuncia sus productos a las 22:43. Sin embargo, lejos de mostrar molestia, AMLO optó por incorporar estos sonidos en la sección musical de la conferencia, destacando que su ausencia incluso le resulta extraña cuando necesita concentrarse para escribir.
La acción del presidente no solo refleja una aceptación de los sonidos urbanos de México, sino que también subraya una conexión con las raíces culturales del país. A pesar de las quejas, estos sonidos parecen haberse entrelazado con la rutina diaria del mandatario, hasta el punto de convertirse en una fuente de inspiración irónica para su trabajo.