Ciudad de México ,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Pixabay
Durante la pandemia causada por el coronavirus se han desprendido diversas teorías conspiratorias las cuales generan pánico colectivo, estrés, difunden el miedo aunque todas las teorías de conspiración carecen de información oficial provocando confusión entre las personas interesadas en saber con veracidad de COVID-19.
Las teorías de carácter conspirativo comienzan desde la génesis de la pandemia, muchas personas creen en la teoría de que esa enfermedad fue provocada por empresas farmacéuticas con la intención de vender las vacunas en los próximos meses. Otra teoría señala a Bill Gates y a su esposa de financiar a una institución llamada Pirbright con la intención de obtener información y ganancias económicas por medio de la inversión en vacunas.
Al mismo tiempo, en la rama empresarial, se han visto comprometidas las ganancias de compañías como la cervecería Corona por tener un parecido fonético entre la pandemia y el nombre de la firma. Esto ha perjudicado a la empresa mexicana principalmente en Estados Unidos. Según una encuesta hecha por la agencia estadounidense de relaciones públicas 5W, aseguró que el 38 por ciento de los encuestados no tienen intenciones de comprar cerveza de la marca Corona después del inicio de los contagios de COVID-19 en aquel país.
En el transcurso de la semana, se desató en redes sociales una teoría que vincula al coronavirus con la red 5G. Según la información falsa, las conexiones 5G pueden debilitar al sistema inmunológico convirtiendo a las personas en un blanco fácil para contraer el virus. Distintos medios de comunicación alrededor del mundo, publicaron noticias de incendios intencionados y actos vandálicos a las instalaciones de telefonía móvil 5G en Reino Unido alterando el orden público y causando caos total en el país europeo.
Cada una de las teorías conspiratorias han sido descartadas una a una dejando claro que se trata únicamente de sembrar el miedo, alterar la paz pública y buscar dañar a empresas, gobiernos o laboratorios dedicados a combatir la pandemia. La principal intención de los grupos desestabilizadores es sacar provecho en medio de la situación de emergencia que atraviesa el mundo.
El Internet y las redes sociales pueden tener usos muy positivos, como la difusión de ayuda en algún desastre natural, difusión de información a fin de prevenir catástrofes o difundir actos de caridad. No obstante, algunos grupos manipulan las herramientas tecnológicas con fines económicos, financieros e ideológicos.
Por otra parte, los hechos y argumentos racionales no son muy eficaces a la hora de alterar las creencias de las personas, esto se debe a la capacidad racional del cerebro humano formado con mecanismos neurológicos muy avanzados. Una de las causas principales del por qué las teorías de conspiración surgen de forma continua, es a raíz del deseo de imponer una estructura ideológica al mundo, un modelo de la increíble capacidad de reconocer pautas, por tanto, se crea la necesidad individual de formar teorías de la conspiración.
Algunas ocasiones la estrecha relación de la vida real con lo intangible genera coincidencias en torno a grandes sucesos y a partir de ese punto se forman historias. Ese hecho se convierte en una teoría de la conspiración por la sencilla razón de contener argumentos buenos y malos. Por esa razón, algunas teorías siempre serán parte de las historias contadas acerca de cualquier hecho inexplicable.