Ciudad de Buenos Aires,
Judith Moreno
Crédito foto: Martín Olivera
La probabilidad de Argentina para ingresar a recesión alcanzó en agosto de 2025 un nivel de 98,61%, según informó el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). El dato corresponde al relevamiento mensual del Índice Líder (IL), un instrumento utilizado para anticipar cambios de fase en el ciclo económico.
Así, la cifra representa un incremento de más de 42 puntos porcentuales respecto al mes anterior. En julio, la estimación se había mantenido en 56,16%, valor que arrastraba desde junio, mientras que en mayo fue de 57,08%. De este modo, el aumento de agosto constituye el salto mensual más pronunciado registrado desde 2018.
El Índice Líder se construye a partir de una combinación de diez series mensuales que, según la UTDT, tienden a reflejar movimientos previos al comportamiento general de la economía. Entre los componentes considerados se encuentran el Índice General de la Bolsa de Comercio, el Merval Argentina, el agregado monetario M1 y el precio FOB oficial de habas de soja.
Además, el informe contempla variables del consumo y la producción, entre ellas las ventas de autos a concesionarios, la recaudación del impuesto al valor agregado (IVA), el despacho de cemento al mercado interno y los índices de producción industrial elaborados por la Fundacion de Investigaciones Economicas Latinoamericanas (FIEL) para minerales no metálicos y siderurgia. También incorpora el Índice de Confianza del Consumidor.
De este modo, el informe destaca: "La probabilidad de salir de la fase expansiva se ubica en 98,61%". Esta estimación deriva del procesamiento econométrico de las variables mencionadas. El mismo documento advierte que las variaciones mensuales del IL "pueden mostrar cambios bruscos ante alteraciones simultáneas en los componentes principales".
También, dentro de los apartados técnicos, el informe señala que el IL "resume la información contenida en una serie de variables que tienden a cambiar de tendencia antes del ciclo económico general". Por ello, se lo utiliza como herramienta de monitoreo adelantado de los posibles giros en la actividad agregada.
Desde el Centro de Investigación en Finanzas se aclara que la interpretación del índice debe realizarse "dentro del marco conceptual del ciclo de negocios y atendiendo siempre al contexto y a otras mediciones complementarias". Esta aclaración aparece en reiteradas ocasiones dentro del documento, en especial al referirse a la utilidad del IL como guía estadística.
En relación con su aplicación, el indicador se utiliza como referencia técnica por bancos, analistas del sector privado, organismos públicos y consultoras especializadas. Su actualización mensual permite observar la evolución de riesgos macroeconómicos en tiempo real.
Igualmente, la edición correspondiente a agosto incluyó un gráfico de evolución donde se observa una pendiente abrupta en el último tramo del año. Este comportamiento refleja el cambio repentino en la probabilidad de recesión, luego de un trimestre sin variaciones significativas.
Por su estructura y diseño metodológico, el Índice Líder está enfocado en anticipar posibles giros desde la expansión hacia una fase contractiva. No emite pronósticos oficiales ni reemplaza las mediciones del producto interno bruto (PIB), aunque sí contribuye a generar alertas tempranas para distintos actores económicos.