Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En Argentina, la educación y la economía están en el centro de un acalorado debate político, evidenciado por recientes declaraciones de figuras prominentes del ámbito legislativo y económico. Ramiro Marra, jefe del porteño del bloque La Libertad Avanza (LLA), expresó preocupación por lo que considera una desatención hacia la educación inicial, primaria y secundaria en favor de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Marra argumenta que el enfoque actual en la educación superior es egoísta, dado que muchos jóvenes no logran completar el colegio. "Si nos preocupamos por la UBA antes que el resto estamos siendo egoístas los que tenemos posibilidad de ir a la facultad", señaló, enfatizando la necesidad de un cambio el eje de las prioridades educativas en el país.
Por otro lado, el ministro de Economía, Luis Caputo, criticó la marcha universitaria programada para el 23 de abril de 2024 para exigir más presupuesto, calificándola de "berrinche". Caputo sostiene que detrás de muchas políticas públicas, la política es vista más como un negocio que como un servicio al ciudadano, y que el estado es considerado por algunos solo como una suerte de "cajas" a explotar.
Auditorias a la educación
El debate se intensifica con las auditorías que el Gobierno de Javier Milei busca realizar a las universidades, en medio de tensiones sobre recortes presupuestarios. El mandatario, conocido por su crítica a la educación pública, también intervino, describiendo los esfuerzos por modernizar las leyes laborales como enfrentamientos a la disonancia cognitiva, término acuñado por Leo Festinger en su Teoría de la Disonancia Cognitiva de 1957.
A pesar de ser anunciado un nuevo aumento en el presupuesto a universidades para mayo, el recorte de fondos afecta a 57 universidades públicas. La Universidad Nacional de Cuyo dijo que las becas crecieron 39%, según una publicación de El Sol. "Las universidades no adoctrinan sino que democratizan la palabra", expresó la rectora, Esther Sánchez, en un comunicado difundido.
Estas posturas reflejan una profunda división sobre cómo debe administrarse la educación y la economía en Argentina, un tema que sigue generando debate tanto en la política como entre la ciudadanía.
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