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Argentina atraviesa un proceso demográfico profundo que avanza sin una respuesta estructural clara desde el sistema previsional. La población envejece de forma acelerada, mientras los marcos legales y políticos vigentes no logran adaptarse a esta transformación. Expertos advierten que, sin consensos sostenidos, el país enfrenta una crisis silenciosa con impacto directo en las jubilaciones, el empleo y la economía en general.
Durante el conversatorio "Economía plateada: Desafíos y oportunidades", realizado en el Congreso de la Nación en Buenos Aires, el economista Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), expuso que "la economía plateada presenta más desafíos que oportunidades". El especialista identificó como eje central la urgencia de una modernización del sistema previsional, en un contexto donde aumentan los adultos mayores y disminuyen los nacimientos.
"La modernización del sistema previsional, de las reglas del sistema previsional", afirmó Colina, es una prioridad ante un escenario futuro con más personas mayores de 60 años que en décadas anteriores. Según el análisis, esta tendencia obligará a redefinir no solo el esquema de aportes y beneficios, sino también la permanencia laboral de los adultos mayores.
Además, Colina remarcó: "la legislación laboral apunta a que un trabajador que ascendió su carrera profesional, luego, la única forma que pueda pasar a algún puesto de trabajo que sea de inferior, con menos exigencia, tiene que jubilarse". Esta rigidez, explicó, impide una transición flexible hacia el retiro laboral y limita las posibilidades de adaptación a los nuevos perfiles etarios.
Los datos de Argendata, plataforma de análisis estadístico nacional, refuerzan este diagnóstico. Según su informe, en 2025 las personas mayores de 65 años representan el 12,4% de la población, frente al 1,9% registrado en 1869. En paralelo, los menores de 20 años bajaron del 54% al 30% del total, evidenciando una transformación estructural.
En 2025, la edad mediana en Argentina superó los 32 años, tras haber sido de apenas 17 en 1869. Esta evolución se explica por "una caída sostenida de la fecundidad y una disminución de la mortalidad", según señala el informe, lo que sitúa a Argentina en una fase avanzada de transición demográfica.
Colina también alertó sobre los efectos de esta dinámica en el sistema de salud. "El problema del PMO, que tiene un exceso de derechos declarados, pero nunca se le puso más plata, hace que el sistema hoy esté casi colapsado", advirtió. El PMO (Programa Médico Obligatorio) contempla una canasta amplia de prestaciones, pero la falta de financiamiento adecuado genera restricciones de acceso y sobrecarga en los servicios.
Ante este escenario, el economista sostuvo: "el acuerdo político que tiene que tener la Argentina pensando en el envejecimiento son acuerdos a largo plazo". Propuso evitar que los cambios de gobierno interrumpan reformas necesarias, y pidió una hoja de ruta estable que trascienda una o dos décadas.
El crecimiento del sector etario mayor y la reducción de nacimientos configuran un nuevo mapa poblacional que exige respuestas sostenidas. La continuidad de políticas públicas aparece como condición clave para enfrentar este fenómeno sin comprometer la viabilidad del sistema previsional y la cobertura social futura.
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