Ciudad de Buenos Aires,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Desde el retorno a la democracia en Argentina, el blanqueo de capitales fue una herramienta recurrente para abordar la fuga de capitales y recuperar dólares del sistema financiero nacional. Sin embargo, el blanqueo propuesto por Javier Milei introduce diferencias significativas respecto a sus predecesores, marcando un cambio en la política fiscal del país. En comparación con blanqueos anteriores, el régimen actual se distingue por su estructura de alícuotas escalonadas.
Esta estrategia busca incentivar la participación temprana en el régimen ofreciendo tasas impositivas progresivas. Según la normativa, hasta el 30 de septiembre de 2024, los contribuyentes deberán abonar una alícuota del 5% sobre el excedente de 100 mil dólares estadounidenses.
La alícuota se incrementará al 10% hasta el 31 de diciembre de 2024, y llegará al 15% hasta el 31 de marzo de 2025. Esta estructura escalonada busca maximizar la recaudación y fomentar la regularización temprana, permitiendo que quienes actúen con rapidez se beneficien de tasas impositivas menores.
Como destacó el experto en economía, Liban Kusa, en el lanzamiento del podcast del Ministerio de Economía, esta estrategia es notablemente distinta a la de blanqueos previos. La finalidad del blanqueo actual busca recaudar fondos y ofrecer un marco más estable y atractivo para los contribuyentes. Además, el blanqueo de Milei incluye un mínimo no imponible que exime del impuesto especial a quienes regularicen bienes por hasta 100 mil dólares, tanto en efectivo como en inmuebles.
Sin embargo, esta exención no es acumulable entre distintos tipos de bienes, siendo que los mínimos se aplican de forma separada a efectivo y propiedades. Otro aspecto distintivo del blanqueo de capitales de Milei es la introducción de un régimen de estabilidad fiscal a través del pago anticipado del impuesto a los bienes personales. Esta modalidad permite a los contribuyentes adelantar el pago de este impuesto de 2023 a 2027, aplicando una alícuota anual del 0,45%.
Con este adelanto no solo se exonera a los contribuyentes de presentar la declaración jurada hasta 2028, sino también garantiza que no se apliquen mayores alícuotas sobre el patrimonio durante ese período. No obstante, a lo largo de la historia, el blanqueo de capitales en Argentina fue una constante en las políticas fiscales de los presidentes, con la excepción de Fernando de la Rúa y Néstor Kirchner.
Finalmente, desde el Régimen de Normalización de Impuestos instaurado por el expresidente Raúl Alfonsín en 1987 hasta el mayor blanqueo registrado bajo la presidencia de Mauricio Macri, estos programas buscaron resolver problemas de fuga de capitales y mejorar la recaudación fiscal. En contraste, el blanqueo actual de Milei se enfoca en la recaudación y en la recuperación de la economía mediante un sistema más atractivo y estable para los contribuyentes.