Ciudad de Buenos Aires,
Axel Olivares
Crédito foto: X @DiputadosAR
El Gobierno espera con ansias el debate en la Cámara de Diputados, donde se debatirá el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria que el Congreso aprobó, pero el Poder Ejecutivo vetó. El miércoles 11 de septiembre, la Cámara Baja definirá si acompaña el veto presidencial o continua con la legislación que actualiza las jubilaciones acorde a la inflación.
Desde la Casa Rosada se sienten optimistas en cuanto a los posibles resultados. El bloque oficialista, sumado a diputados libertarios que se desprendieron del partido, al Pro, algunos radicales y otros legisladores que difícilmente acompañen al kirchnerismo, confían en llegar a la aprobación del veto.
Para lograr consenso, diputados de Pro y Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) se reunieron con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. En la mañana del 10 de septiembre, cinco diputados de la UCR fueron recibidos por el propio Presidente en su despacho a pesar de ir contra la postura de la mayoría del bloque radical.
"Son reuniones habituales", afirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni. En la reunión estuvieron también presentes la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y el ministro de Defensa, Luis Petri, de origen radical. Con respecto a la posibilidad de conseguir el número suficiente para sostener el veto, el vocero sostuvo que "siempre somos optimistas, aunque es un tema del Congreso"
Hasta el momento el Gobierno tendría asegurado el voto de 37 diputados libertarios, otros 37 del Pro, 2 del MID y los exmiembros del bloque libertario como Lourdes Arrieta. Este frente, aseguran desde la Casa Rosada, será útil en futuros vetos como el proyecto de financiamiento universitario, el cual se tratará el próximo jueves en el Senado.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad se encuentran atentas a lo que pueda pasar en las calles del Congreso durante la votación. Adorni aseguró que Gobierno está convencido de que distintos sectores sindicales y políticos "están planificando actos de violencia para la movilización del día de mañana frente al Congreso", y sostuvo que "se va a realizar un operativo de seguridad especial" a través del protocolo-anti piquetes en los alrededores del Parlamento.