Foto: Gob. Provincia Buenos Aires
La Provincia de Buenos Aires se encuentra en el ojo del huracán tras recientes ajustes fiscales. El gobernador Axel Kicillof, respondió a las críticas con un anuncio de aumento salarial del 13,5% para los empleados estatales. Subrayó la necesidad de entender el uso de los impuestos, contraponiendo su gestión a las acusaciones de una política económica dañina.
Frente a acusaciones vertidas por figuras políticas nacionales, Kicillof desmintió la percepción de un derroche gubernamental. Resaltó la eficiencia en el gasto por habitante de su administración, instando a verificar datos antes de emitir juicios. En particular, se desmarcó del llamado del diputado José Luis Espert de no pagar los impuestos promovidos por la provincia.
Además, el gobernador destacó los esfuerzos de su gobierno para aliviar la carga tributaria de los productores afectados por políticas económicas adversas. Con un enfoque en la justicia fiscal, mencionó ajustes en los impuestos patrimoniales que favorecen a propietarios de menores recursos.
Críticas hacia la administración nacional no se hicieron esperar por parte de Kicillof, quien invitó al Presidente a reconocer las realidades sociales más allá de los muros de Olivos. Denunció las consecuencias negativas de un plan económico que, a su juicio, ignora el bienestar de los ciudadanos.
Declaraciones polémicas como la de Espert, fueron firmemente repudiadas por Kicillof, quien las calificó de irresponsables y contrarias a la ley. Esta postura refleja una profunda preocupación por cualquier tipo de rebelión a las instituciones y el incumplimiento de las obligaciones fiscales.
Con firmeza, Kicillof rechazó la idea de gobernar impulsivamente, haciendo un llamado a la racionalidad y al respeto por las leyes. En este contexto, criticó duramente propuestas que, según él, no benefician a Buenos Aires, sugiriendo que detrás de estas decisiones hay intereses políticos que buscan debilitar a las provincias.
Finalmente, Axel Kicillof se presenta como un bastión contra los presuntos intentos de desmantelar el estado de bienestar. Afirma que, pese a las adversidades, su gobierno permanecerá firme en defensa de los intereses de los bonaerenses, subrayando la importancia de una unidad nacional frente a políticas consideradas perjudiciales.
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