Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: X @PatoBullrich
Con el envío al Congreso del nuevo proyecto de Código Penal, el Gobierno nacional inicia una de las reformas judiciales más amplias en décadas. La propuesta busca dejar atrás el modelo penal vigente desde 1921, endureciendo penas, eliminando beneficios procesales y poniendo fin a la "doctrina zaffaronista", en referencia a Eugenio Zaffaroni, exministro de la Suprema Corte quien es señalado por el oficialismo como promotor de impunidad.
Según el Ministerio de Justicia de la Nación, el texto eleva los mínimos de condena y apunta a que los delitos no queden sin cumplimiento efectivo. "Con este nuevo código se elevan los mínimos de las penas evitando que los delincuentes sean liberados", informó la cartera en un comunicado.
Uno de los aspectos centrales del proyecto es la eliminación de la prescripción en delitos considerados de alta gravedad. Entre ellos figuran el homicidio agravado, el abuso sexual, la trata de personas, el narcotráfico, el terrorismo y el financiamiento del terrorismo. El parte oficial explicó que estos son delitos "cuyo castigo no puede verse condicionado por el tiempo, porque implica un acto de injusticia con las víctimas".
En conferencia de prensa, en su ultimo acto como ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó: "El 82% de los delitos van a ser con prisión efectiva". También remarcó el foco en los delitos de corrupción: "Los delitos de corrupción van a tener penas graves, gravísimas de acuerdo al delito cometido. Si sos funcionario tenés más responsabilidad, tenés que cuidar la plata de la gente, no te la podés robar".
La iniciativa incorpora una serie de agravantes y figuras penales nuevas. Entre ellas se incluyen el ecocidio, el cibercrimen, los delitos cometidos durante espectáculos públicos y los actos de violencia contra personas en situación de vulnerabilidad. Además, el texto prevé la pérdida de jubilaciones de privilegio para funcionarios condenados por delitos cometidos durante su función.
Uno de los cambios de mayor carga simbólica, según funcionarios, es el abandono de la llamada doctrina zaffaronista. "Este nuevo Código implica el fin de la doctrina zaffaronista. Se van a agravar todas las penas del código, desde los hurtos hasta los abusos sexuales y los homicidios, y se va a terminar con la puerta giratoria", declaró el vocero presidencial y actual jefe de Gabinete, Manuel Adorni.
Durante la campaña presidencial, el actual presidente Javier Milei también criticó públicamente esa línea interpretativa. En octubre de 2023 afirmó: "Este desastre es culpa de haber abrazado las ideas del doctor Zaffaroni. Con nosotros se termina el zaffaronismo, esa doctrina de entender al delincuente y considerarlo una víctima de la sociedad".
La reforma se presenta como un intento de modificar no solo la letra del Código Penal, sino también los criterios de aplicación judicial. Con foco en el cumplimiento efectivo de las penas y la imprescriptibilidad de delitos graves, el oficialismo busca dar por terminado un modelo que, según su visión, priorizaba al victimario por encima de la víctima.
Contenido actualizado el 02-12-2025 10:16