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A partir de 2026, el esquema que determina los límites del dólar mayorista en Argentina incorporará un nuevo criterio: la inflación mensual. Esto significa que el techo y el piso de la banda cambiaria ya no se ajustarán por una cifra fija del 1%, sino en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el Indec.
La medida fue anunciada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) resaltando que buscan adaptar el tipo de cambio oficial a la evolución real de los precios. En noviembre, el IPC fue de 2,47%, evidenciando un desfase con el antiguo esquema de ajuste del 1%, que se mantenía fijo mes a mes sin considerar la variación inflacionaria.
Según explicó la autoridad monetaria, "dado que el ritmo de deslizamiento de las bandas no se ajusta por la inflación de Estados Unidos, el techo de la banda se incrementa en términos reales a lo largo del tiempo. Las bandas de flotación cambiaria seguirán cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio".
El sistema de bandas define una franja dentro de la cual el valor del dólar puede fluctuar sin intervención directa. Actualmente, ese rango se ubica entre $921,20 y $1.518,52 y en caso de que el valor del dólar cruce estos márgenes, el BCRA está obligado a intervenir para estabilizarlo.
Durante una conferencia de prensa, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, señaló: "esta nueva perspectiva no quiere decir que la inflación va a ser mayor o menor; le está dando un grado de flexibilidad a las bandas". También remarcó que se trata de un mecanismo pensado para reducir la incertidumbre en el mercado de cambios.
Junto con este cambio, el BCRA anunció que comenzará a comprar divisas dentro de los límites de la banda, algo que no se hacía de forma sistemática. Esta decisión busca fortalecer las reservas internacionales, atendiendo a una de las prioridades marcadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con el comunicado oficial, las compras podrían representar hasta el 5% del volumen diario operado en el Mercado Libre de Cambios (MLC). También se prevé la posibilidad de realizar adquisiciones mayores cuando el contexto lo requiera para preservar la estabilidad del mercado.
El programa se apoya en dos ejes centrales: la evolución de la demanda de dinero y la liquidez disponible. En este marco, se proyecta un aumento de la base monetaria del 4,2% al 4,8% del Producto Bruto Interno (PBI) hacia diciembre de 2026, lo que podría requerir compras por USD 10.000 millones. Si la demanda crece un punto porcentual más, el total podría ascender a USD 17.000 millones.
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