Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: Ministerio de Seguridad de Santa Cruz
Acusado de participar en un homicidio por encargo, un presunto sicario venezolano fue liberado por error en Chile y es buscado en Argentina. Las autoridades confirmaron que el imputado utilizó una identidad falsa y recuperó la libertad en menos de 24 horas después de su detención. La alerta cruzó la frontera y activó un operativo conjunto entre fuerzas de seguridad de ambos países.
El caso se relaciona con el asesinato de José Felipe Reyes Ossa, ocurrido el 19 de junio en Ñuñoa, Santiago. El viernes pasado, las autoridades chilenas confirmaron que el hombre buscado como Osmar Alexander Ferrer Ramírez en realidad se llama Alberto Carlos Mejía Hernández, de 18 años. Según los registros oficiales, nació en Venezuela en 2006, mide 1,74 metros, tiene tez morena y en el dorso de su mano derecha lleva un tatuaje con el rostro del dios Zeus.
La confirmación de su verdadera identidad se obtuvo tras un proceso de verificación que incluyó el análisis de huellas dactilares y registros enviados a Interpol. Ese mismo día, Carabineros comunicó erróneamente que el nombre verdadero era Carlos Alberto, lo cual fue aclarado por el ministro de Seguridad, Luis Cordero: "Es Alberto Carlos. En la gráfica hubo un cambio y se corrigió, pero su número de identidad corresponde al entregado ayer jueves por las autoridades venezolanas".
Desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Cruz, en coordinación con Carabineros de Chile, emitieron un comunicado solicitando datos que permitan localizar a Mejía Hernández. En la pieza gráfica distribuida por las agencias de seguridad se lee: "Cualquier información comunicarse al 911".
El 9 de julio, el Juzgado de Garantía N° 8 de Santiago imputó y ordenó la detención de tres sospechosos por su presunta participación en el homicidio. Durante la audiencia, la magistrada Irene Rodríguez calificó a los acusados como un "peligro para la seguridad de la sociedad" y afirmó: "Con estas personas libres, tenemos que persignarnos". No obstante, al día siguiente, una resolución electrónica del mismo tribunal dispuso la liberación de Mejía Hernández, todavía identificado con su nombre falso.
Según la Fiscalía, el imputado mantiene vínculos con la organización criminal Tren de Aragua. El Ministerio Público de Chile abrió una investigación por la presunta falsificación de la resolución judicial que permitió su liberación, a cargo del fiscal Marcos Pastén. En paralelo, la Policía de Investigaciones ejecutó dos allanamientos en la Corporación Administrativa del Poder Judicial, responsable de la gestión administrativa de los tribunales.