Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
La reanudación de las compras chinas de soja estadounidense reconfigura el tablero global de granos y despierta cautela en el Cono Sur. Tras años de tensiones comerciales, el acuerdo alcanzado entre Donald Trump y Xi Jinping durante el Foro APEC en Busan marca un nuevo capítulo en la relación económica entre ambas potencias. Con compromisos de compra millonarios y alivio arancelario, el entendimiento promete estabilizar los flujos comerciales, pero amenaza con reducir la demanda que benefició a productores sudamericanos, especialmente argentinos, durante la guerra comercial. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, informó que el país asiático adquirirá 12 millones de toneladas de soja antes de enero de 2026 y al menos 25 millones anuales hasta 2028. Analistas del mercado de granos en Argentina expresaron cautela ante el posible impacto de este cambio en la demanda global.
Como parte del acuerdo, se redujeron los aranceles estadounidenses a productos chinos y se suspendieron restricciones a exportaciones de tierras raras por parte de Beijing. Trump declaró: "Ya se resolvió todo el tema de las tierras raras, y eso es para el mundo entero; se podría decir que fue una situación mundial, no solo de Estados Unidos".
Antes de este giro diplomático, China había suspendido las importaciones de soja norteamericana como represalia dentro del conflicto arancelario. Esta situación favoreció temporalmente a países sudamericanos. En ese contexto, las exportaciones argentinas alcanzaron su mayor nivel en siete años, impulsadas por una suspensión temporal de las retenciones a la exportación.
Según Gustavo López, de Agritrend, la participación argentina en las compras chinas llegó a cerca del 7% durante el ciclo anterior, con más de 2 millones de toneladas exportadas entre septiembre y noviembre. "La Argentina más de 8 millones; pero los norteamericanos nada", señaló en referencia al inicio del nuevo ciclo comercial.
Tras el anuncio del acuerdo, el analista Eugenio Irazuegui explicó: "Se prolonga la racha alcista en las cotizaciones de la soja […] pero ceden levemente las primas sudamericanas, previendo un redireccionamiento de la demanda china a orígenes de Estados Unidos".
Lorena D’Angelo, especialista del mercado de granos en AZ Group, indicó que el entusiasmo inicial fue moderado por la falta de detalles logísticos. "Sin definiciones, el mercado empieza a descontar que lo que se pensaba era mucho más de lo que finalmente se concretará", sostuvo. Aun así, advirtió que el efecto inmediato del acuerdo será "bajista para el mercado sudamericano".
En paralelo, el acuerdo incluye compromisos de cooperación contra el tráfico de fentanilo y futuras visitas bilaterales entre los mandatarios. Trump confirmó que viajará a China en abril de 2026, mientras que Xi Jinping será recibido en EE.UU. durante la segunda fase del diálogo.
Pese al optimismo de funcionarios estadounidenses como la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, que celebró las palabras de Trump en redes sociales, el impacto para Argentina permanece bajo observación. D’Angelo concluyó: "Más allá de lo que pase en Estados Unidos, que China compre soja norteamericana es bajista para el mercado local, tanto para el disponible como para la soja nueva".