Foto: Gobierno de Argentina
En menos de una semana, tres integrantes del Ejército Argentino murieron en distintos puntos del país, lo que generó la activación de protocolos internos y nuevas medidas institucionales. Las circunstancias, aún bajo investigación judicial, reavivaron preguntas en torno al acompañamiento psicosocial y los mecanismos de detección de riesgo dentro de las fuerzas armadas.
La situación más reciente fue registrada el jueves 18 de diciembre en el departamento de Las Heras, Mendoza. El soldado voluntario Facundo Gabriel Lima, de 24 años, fue hallado sin vida en su domicilio tras un disparo con un arma presuntamente perteneciente a su padre. La Policía Científica y la Oficina Fiscal N.º 1 de Las Heras intervienen en la causa, que permanece abierta.
El parte oficial confirmó que Lima tenía una licencia psiquiátrica activa, con renovaciones cada quince días durante el último mes y medio. Había ingresado al Ejército el 5 de octubre de 2020 y prestaba servicio en el Liceo Militar General Espejo. La unidad confirmó que la licencia continuaba vigente al momento del fallecimiento.
Durante la misma jornada, la oficial médica del instituto mantuvo una comunicación con Lima para conocer su estado, aunque no se difundieron detalles sobre esa conversación. Paralelamente, su pareja —también soldado voluntaria en el mismo liceo— presentó una denuncia ante el punto focal de género por presuntos episodios de violencia. Se informó que se activaron los protocolos correspondientes.
La semana ya había comenzado con otros dos episodios bajo investigación. El primero ocurrió la madrugada del martes 16 de diciembre en la Residencia Presidencial de Olivos, donde un soldado de 21 años fue encontrado sin vida en un puesto interno de seguridad. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado y la División Homicidios de la Policía Federal Argentina están a cargo de las actuaciones. Según fuentes oficiales, junto al cuerpo fue hallada una carta manuscrita.
El segundo hecho tuvo lugar el miércoles 17 de diciembre en la Guarnición de Ejército Monte Caseros, Corrientes. Allí fue hallado sin vida el suboficial principal Juan Pereira, de alrededor de 50 años, con 28 años de servicio. La causa, caratulada como "averiguación de causales de muerte", quedó bajo la órbita del Juzgado Federal de Curuzú Cuatiá. En ambos casos, las fuerzas desplegaron los protocolos institucionales y se dio intervención judicial.
Tras conocerse estos hechos, el ministro de Defensa, Carlos Presti, instruyó al Estado Mayor Conjunto a distribuir un mensaje institucional con un video de especialistas. El contenido, destinado a personal civil y militar, tiene por objetivo brindar herramientas para identificar y actuar ante señales de riesgo.
"El material debe llegar este fin de semana a todo el personal", informaron desde la cartera. En paralelo, Defensa y Salud firmaron un convenio para fortalecer el abordaje conjunto de situaciones críticas que involucren al personal militar.
Actualmente, los tres fallecimientos están bajo investigación judicial y administrativa y aún no hay conclusiones oficiales ni confirmaciones sobre una conexión directa entre los casos. No obstante, los episodios ocurridos en un lapso tan breve reactivaron la revisión de los mecanismos de contención, seguimiento psicológico y control interno dentro de las filas del Ejército Argentino.
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