
Foto: X @ReporteYa
Se cumple el primer aniversario de la detención ilegal y desaparición del gendarme argentino Nahuel Gallo, quien fue detenido el 8 de diciembre de 2024 en la frontera entre Colombia y Venezuela mientras intentaba ingresar a Caracas para reencontrarse con su esposa y su hijo. Desde entonces permanece recluido en la prisión de El Rodeo, acusado de "terrorismo y espionaje", sin registro oficial en el sistema penitenciario del país y sin acceso a su familia ni a representación legal.
El Gobierno argentino reiteró sureclamo ante la detención y desaparición forzada del Cabo Primero de la Gendarmería Nacional. A través de un comunicado conjunto entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Seguridad, Argentina denunció que el caso constituye "una flagrante violación del derecho internacional" y renovó su reclamo por la liberación inmediata del gendarme.
El comunicado oficial sostiene que su situación es arbitraria y sin garantías judiciales. En ese sentido, el Gobierno argentino presentó denuncias en instancias internacionales, entre ellas la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde solicitó medidas cautelares urgentes; la Corte Penal Internacional (CPI), que recibió el caso como una detención arbitraria; y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que fue notificado sobre la "violación flagrante de los derechos humanos de Nahuel Gallo".
Según lo informado por Cancillería, estas acciones forman parte de una estrategia diplomática coordinada con el objetivo de obtener información sobre el paradero del gendarme y garantizar sus derechos fundamentales. "El Gobierno Argentino seguirá acompañando a los familiares de Nahuel Gallo en esta aciaga circunstancia y no cesará en sus esfuerzos por su liberación y su pronta restitución a nuestro país", se señala en el documento.
Gallo fue visto por última vez en libertad durante una escala en Bogotá, previo a su traslado a Cúcuta. Su esposa, María Alexandra Gómez, recordó en declaraciones a la prensa: "Estaba nervioso, pero feliz porque faltaba poco para reunirnos. Esa fue la última imagen que tengo de él".
Días después de su detención, el régimen chavista publicó imágenes de Gallo caminando de un lado al otro. Sin embargo, no proporcionaron mayor información.
Gómez logró regresar a la Argentina junto a su hijo en mayo, con asistencia consular. Desde entonces ha impulsado campañas públicas y reuniones con autoridades, entre ellas la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para lograr la liberación de su esposo. "No he dejado de luchar ni un segundo. Me dijeron que están haciendo todo lo posible. Solo me queda seguir esperando", expresó en una entrevista reciente.
La familia de Gallo no ha recibido información oficial sobre su estado actual. Sin embargo, el testimonio de Renzo Huamanchumo Castillo, ciudadano peruano-estadounidense liberado tras casi 300 días en El Rodeo, confirmó que Gallo continúa detenido y se mantiene de buen ánimo. "Lo vi cantar el himno nacional para mantenerse fuerte", relató.
Mientras tanto, la madre de Gallo, aún en Venezuela, intenta llevar adelante gestiones legales en un contexto de alta tensión política y temor a represalias. En paralelo, Gómez enfrenta el desgaste emocional de la ausencia y la incertidumbre. "Hoy me siento mal, muy rota. Me frustra no haber logrado su libertad después de tanto esfuerzo", confesó.
El caso de Nahuel Gallo permanece como una preocupación activa para el Estado argentino, que busca visibilizar la situación y sostener la presión internacional sobre el Gobierno de Nicolás Maduro. La falta de información oficial y las condiciones de detención refuerzan la denuncia de desaparición forzada, en un escenario marcado por la creciente opacidad sobre los derechos de los presos políticos en Venezuela.
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