Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Los esfuerzos para cerrar un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur avanzan positivamente. Se espera que ambos bloques concluyan las negociaciones sobre el acuerdo después de lograr avances en la resolución de cuestiones polémicas que han obstruido históricamente el tratado. El acuerdo no es nuevo ya que se ha estado gestando durante los 20 años recientes.
De acuerdo con lo que un diplomático de la UE le aseguró al Financial Times, el acuerdo es una "necesidad geopolítica y económica". Los países del Mercosur suelen ser un destino codiciado por los exportadores europeos. El bloque económico sudamericano está conformado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, recientemente adherido.
Europa asegura que el acuerdo crearía un mercado conformado por 780 millones de personas. Además, le ahorraría a las empresas europeas más de 4 mil millones de euros anuales en aranceles. Las autoridades europeas también le aseguraron al Financial Times que las empresas de la UE tienen 330 mil millones de euros (360.500 millones de dólares) de inversiones en los cinco países del Mercosur.
El acuerdo ha sufrido duros golpes durante su tratamiento. En enero, el presidente francés, Emmanuel Macron, se opuso argumentando que el acuerdo provocaría daños medioambientales y sometería a los agricultores a una competencia desleal. Frente a esta oposición, Austria fue el único país en sumarse a la posición de Francia.
Sin embargo, no fue suficiente para bloquear el acuerdo, el cual requiere de la aprobación de la mayoría de los 27 gobiernos del bloque. Aun así, los funcionarios de la UE buscan enfrentar la oposición de Francia e insisten en que el acuerdo contempla un compromiso para implementar el Acuerdo de París. Este, promete mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados Celsius.
A pesar de haber sido aprobado en 2019, el acuerdo nunca logró concretarse por lo que países como España o Alemania insisten en el avance de las negociaciones. Sus defensores creen que impulsará la economía y los lazos comerciales entre ambos bloques durante un momento de creciente tensión global.
Una de las figuras que se comprometió a cerrar el acuerdo es la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien fue reelegida en julio para un segundo mandato. En noviembre, planea la visita a Río de Janeiro para la cumbre del G20. Se espera que la líder europea pueda resolver cualquier cuestión pendiente con el presidente Luiz Inácio Lula de Silva para avanzar en el tratado.