¿Cuándo llegarán los vehículos autónomos a las calles de nuestras ciudades?

Tecnologías como las de los vehículos autónomos despiertan desconfianza y temor entre algunos sectores de las sociedades

Los retos tecnológicos de los vehículos autónomos serán superados tarde o temprano, pero el miedo y la desconfianza de la sociedad no se irán tan pronto

Waymo, Tesla, Continental, Bosch y muchas de las compañías de industria automotriz tradicionales trabajan en el desarrollo de vehículos autónomos. Hemos visto importantes avances durante años recientes en diferentes partes del mundo; ya sea destinados a ser usados como taxis o para realizar entregas a domicilio, incluso en el transporte público urbano. ¿Cuándo llegarán estas tecnologías a las calles de nuestras ciudades?, ¿por qué están tardando tanto? Nos hallamos ante una innovación en ciernes, apenas comienza: a los vehículos autónomos todavía les falta mucho para ser parte de nuestra vida diaria.

En 2019, autos sin conductor recorren calles de diferentes entidades federativas de Estados Unidos, donde se llevan a cabo pruebas con estas tecnologías; esos vehículos autónomos ya poseen frenado automático y han perfeccionado sus cambios de carril. Pero estos avances no son suficientes para incorporarlos a la vida cotidiana de las ciudades. Hace falta mapear minuciosamente calles y autopistas, deben aprender a sortear inclemencias del clima como nieve y lluvia, necesitan estar preparados para lo inesperado (la rama de un árbol que cae, un niño que se lanza a la calle detrás de una pelota).

Por las calles de un suburbio de Phoenix (Arizona, Estados Unidos) circulan taxis autónomos de Waymo; el sector y la ciudad fueron elegidos para las pruebas porque el tráfico es ligero, hay mucha luz solar y las condiciones de los caminos son relativamente buenos. Estos autos sin conductor aún no están preparados para lidiar con otro tipo de contextos. ¿Una fuerte ventisca, una tormenta, un denso tráfico como el de Ciudad de México? No, aún no. A pesar de los ambientes semicontrolados en los cuales han sido introducidos los prototipos, unos cuantos de esos coches han sido responsables de accidentes de tráfico.

Tecnologías como las de los vehículos autónomos despiertan desconfianza y temor entre algunas personas, no sólo por los accidentes de tránsito. A ciertos sectores de la sociedad les preocupa perder su trabajo: conductores de camiones, vagonetas de reparto, taxis (tradicionales o basados en aplicaciones móviles), autobuses escolares y otros tantos vehículos. No sólo quienes se ganan la vida detrás del volante se preocupan, otros negocios podrían verse afectados de manera negativa con la llegada de estas tecnologías a las calles de todas las ciudades, por ejemplo, los talleres mecánicos y las estaciones de servicio.

Aunque se han visto involucrados en unos pocos accidentes de tránsito (unos menores, otros mortales), en realidad, uno de los principales beneficios de los vehículos autónomos es precisamente la seguridad: no se embriagan, no se duermen al volante, no se distraen con los teléfonos celulares. México es el séptimo lugar a nivel mundial por el número de muertes ocasionadas por accidentes de tráfico; en el país, cada día, mueren más de treinta personas por esta causa. Analistas estadounidenses plantean que los vehículos autónomos podrían disminuir hasta 90% esa clase de cifras.

¿Cuándo llegarán los vehículos autónomos a las calles de nuestras ciudades? Es muy pronto para saberlo, lo que sí es evidente es el largo camino por recorrer antes de que suceda. Los retos tecnológicos serán superados tarde o temprano, pero el miedo y la desconfianza de la sociedad no se irán tan pronto. La muerte de Elaine Herzberg, quien fue atropellada en Tempe (Arizona) por un Uber autónomo en 2018, sigue siendo un importante referente cuando los