A partir de que Qatar fue asignado como sede para el Mundial de futbol 2022, el número de inmigrantes creció y con ello los abusos en las jornadas laborales
En 2010, Qatar fue designado para ser sede de la Copa Mundial de Fútbol 2022; así pues, el país comenzó las preparaciones para recibir a aficionados de todo el mundo. A raíz de esto, se intensificó la mano de obra extranjera con inmigrantes de países asiáticos como India, Nepal y Bangladesh.
De acuerdo con el portal de estadística en línea, Statista, tras dicha asignación de la mayor fiesta de fútbol el número de inmigrantes internacionales en Qatar creció más del 50%. Es decir, en 2010 contaba con 1.5 millones pasando de 2.2 millones en 2020, convirtiendose así en uno de los países del mundo con más inmigrantes entre ciudadanos residentes.
Tras lo anterior, se estima que dichas cifras se dupliquen a lo largo de veinte años en Qatar. Con ello, los trabajadores inmigrantes refugiados en el país árabe han sufrido abusos en contra de sus derechos humanos durante jornadas laborales durante la construcción de estadios, carreteras y líneas metro.
Así pues, según la organización Human Rights Watch, el sistema laboral en Qatar establecido para los inmigrantes penaliza el abandono de un trabajo sin permiso del empleador. Igualmente, los contratantes violaron la libertad de los trabajadores al confiscar sus pasaportes; así como, prohibirles realizar huelgas o reclamar por sus derechos.
Por lo anterior, al crecer el número de inmigrantes en Qatar por el Mundial de fútbol otro de las situaciones que han vivido son abusos condiciones insalubres, explotación y trabajo forzado. Además, los trabajadores también pagaron tasas de contratación para asegurarse un empleo en el país, lo cual puede endeudarlos durante años.