Mama Antula, la primera santa argentina canonizada por Francisco

Primera santa argentina canonizada por Francisco

Mama Antula se convierte en la primera santa argentina canonizada en una ceremonia íntima por el Papa Francisco, marcando un hito histórico y espiritual

La Basílica de San Pedro fue escenario de un momento histórico para Argentina, la canonización de María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula. Esta laica santiagueña del siglo XVIII, reconocida por su desafío a las normas opresivas de la época y su dedicación a los ejercicios ignacianos, fue elevada a los altares por el papa Francisco, convirtiéndose en la primera santa argentina de la historia. Su vida, marcada por el servicio y el compromiso espiritual, fue celebrada en una ceremonia que subraya su importancia trascendental.

Nacida en Santiago del Estero, Mama Antula vivió una vida de privilegios que decidió dejar atrás a los 15 años. Optó por un camino de servicio y devoción, rechazando los roles de género tradicionales de su tiempo. Su elección de vida como laica en el beaterio jesuita y su posterior trabajo con los necesitados marcaron un desvío significativo de las expectativas impuestas por su clase social.

Miles de personas, incluidos fieles y autoridades de Argentina, se congregaron en la Basílica para presenciar la canonización presidida por el pontífice. El presidente Javier Milei y el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, fueron algunas de las figuras destacadas presentes en la ceremonia. La presencia de estos líderes y de fieles argentinos con banderas nacionales en las primeras filas de la Basílica enfatizó el orgullo y la unidad nacional en torno a la figura de Mama Antula. La canonización representó la unión política y espiritual entre Javier Milei y el papa Francisco.

La canonización de Mama Antula por el papa Francisco resalta su legado espiritual y también su impacto en la historia argentina. Considerada como la "madre espiritual de la patria" por los obispos argentinos, su vida y obra continúan inspirando a muchas generaciones. Esta ceremonia de canonización, realizada en un entorno íntimo dentro de la capilla papal, refleja el reconocimiento de su extraordinaria devoción y el valor que aportó a su comunidad y a la Iglesia.

La vida de Mama Antula y su canonización representan un testimonio poderoso de fe, servicio y resistencia. Su historia invita a reflexionar sobre la capacidad de transformación individual y el impacto duradero de vivir conforme a convicciones profundas. En un mundo que a menudo valora el éxito material, la santidad de Mama Antula ofrece una perspectiva diferente, una que honra el sacrificio, la devoción y el servicio a los demás