Premian con Nobel de Química a creadores las baterías de iones de litio

La movilidad eléctrica es uno de los usos más populares de este desarrollo

John B. Goodenough, M. Stanley Whittingham y Akira Yoshino fueron premiados en Suecia con el Nobel de Química por el desarrollo de baterías de iones de litio

En un mundo cada vez más portátil y electrónico, los investigadores John B. Goodenough (alemán) de la Universidad de Texas, M. Stanley Whittingham (británico) de la Universidad Estatal de Nueva York y Akira Yoshino (japonés), de la Asahi Corporation y la Universidad de Meijo en Japón, fueron premiados con el Nobel de Química 2019 por el desarrollo de las baterías de iones de litio. El reconocimiento se dio el 9 de octubre de 2019 en la Real Academia de las Ciencias de Suecia.

Las baterías de ion-litio estan omnipresentes en el mundo de los objetos cotidianos como los smartphones, dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. La academia publico, las baterías de iones de litio se utilizan globalmente para recargar todo tipo de dispositivos electrónicos de comunicación, en el trabajo, estudio, entretenimiento y aquellos equipos para buscar conocimiento.

Su desarrollo, ha dado a la humanidad una propuesta sustentable. Los vehículos eléctricos como las fuentes renovables de energía han permitido un mejor mundo en el combate a la contaminación. La energía solar y eólica utiliza este tipo de almacenamiento energético.

El reconocimiento a los científicos incluye una bolsa a compartir por un valor de 918 mil dólares. Además, medallas de oro y diplomas de reconocimiento.

Asimismo, el trabajo de los tres científicos, sienta las bases para la sociedad inalámbrica y libre de fósiles, declaró la Academia.

Whittingham inició el desarrollo de la batería de iones de litio a inicio de la década de 1970, pero para ese entonces era algo muy explosivo para ser viable. Goodenough hizo viable la capacidad al desarrollar baterías mucho más potentes. Finalmente, Yoshino eliminó el litio puro y produjo la primera batería comercial en 1985. Esto último hizo posible la aplicación en el mundo real. El desarrollo de esta tecnología fue la clave para el alejamiento de los combustibles fósiles, al permitir almacenar energía de origen solar, eólico y otras fuentes renovables.

Goodenough de 97 años, se convierte en el más anciano de los ganadores del Nobel. Nacido en Jena (este de Alemania) y naturalizado estadounidense, en 1951 se incorpora para ejercer la docencia en la Universidad de Austin en Texas.

Esta noticia del premio Nobel de Química 2019 se da a una semana de las acciones en el combate por el cambio climático llevadas adelante en Naciones Unidas en Nueva York. Es motivador para el mundo este descubrimiento, por haber