México confronta a Bolivia utilizando la embajada como instrumento según Longaric

Acusa a México de inmiscuirse en asuntos internos de Bolivia

El intercambio de acusaciones convirtió el otorgamiento de asilo a Evo Morales en México en una crisis diplomática sin precedentes entre ambas naciones

De acuerdo a la canciller Karen Longaric, México confronta a Bolivia a partir de utilizar la embajada como instrumento. La jefa de la diplomacia boliviana justifica que el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) solicitó aumentar la vigilancia de la sede diplomática mediante dos solicitudes entre el 19 y el 29 de noviembre de 2019. A raíz de esto, la funcionaria afirmó en entrevista con El País, es el Gobierno mexicano quien debe aclarar si esas peticiones se sacaron de contexto o no.

Por su parte, el Gobierno de México acusa a Bolivia de que su embajada se encuentra bajo acoso, aunque reconoce la solicitud de mayor protección, pero se defiende "es fuera de toda proporción". Yerki Núñez, ministro de presidencia boliviana dijo había información de fuentes creíbles sobre el avance de organizaciones sociales, quiénes pretendían ingresar por la fuerza a la embajada mexicana en busca de Juan Ramón Quintana, exfuncionario de Evo Morales presuntamente asilado en la sede diplomática mexicana. Ante esto, el funcionario boliviano confirmó, "se dispuso incrementar la seguridad".

Lejos de los intentos de explicaciones de funcionarios de ambos países, el intercambio de acusaciones convirtió el otorgamiento de asilo a Morales en una crisis diplomática sin precedentes. Las relaciones se tornaron complejas, derivadas de una escalada de descalificaciones cada vez más difícil de justificar. Uno de los puntos más urticantes fue cuando Jorge Quiroga llamó "cobarde matoncito" al Presidente mexicano y lo acusó de ser "el padrino de los tiranos latinoaméricanos". Al respecto, Longaric aclara, los comentarios de Quiroga no reflejan la visión del Gobierno boliviano. En otro tono pero igual de agudo, AMLO acusó que el país no tuvo esos problemas "ni con Pinochet". Ante esto, la canciller agregó, "Nos tiene sin cuidado como nos califique el señor López Obrador".

Durante el intercambio de acusaciones, el meollo reside en que para México, se defiende la prerrogativa de dar protección diplomática a Morales mientras el Gobierno interino de boliviano dice, el expresidente no tiene derecho a asilo porque cometió "crímenes de lesa humanidad". En este punto se encuentra la raíz del problema.

Asimismo, la responsable de Relaciones Exteriores de país sudamericano no duda en afirmar, no se estableció un canal concreto de comunicación entre ambas naciones a pesar que los dos países se dicen estar dispuestos a dialogar de forma constructiva. Si bien reconoce la negación a abrir el diálogo por parte de su país, también acusa al Gobierno de AMLO hacer lo mismo.

Longaric acusa a México de utilizar la Embajada como instrumento político en la crisis diplomática para inmiscuirse en asuntos internos bolivianos. Acusa a AMLO de tergiversar la realidad para debilitar la imagen de Jeanine Áñez, presidenta interina y facilitar el regreso de Morales al poder. También subraya la jefa de la diplomacia de Bolivia, nunca se violentó la sede diplomática mexicana ni tampoco lo haría, porque Bolivia conoce los límites en materia i