Pérdidas de cultivos debido a estrés y la modificación genética como respuesta

Los cambios de temperatura, sequías o la contaminación del suelo y agua provocados por el ser humano llevaron a la búsqueda de transgénicos

Debido a las perdidas de cultivos por causas de la contaminación o el actuar del ser humano, la modificación genética ha sido propuesta como la solución

Miles de cultivos en el mundo se han perdido a causa de la sobrepoblación, urbanización, industralización y contaminación , además de plagas y los pesticidas para combatirlas, lo que se traduce en pérdidas económicas grandes para el mercado. La respuesta a esta problemática han sido las investigaciones en genética con la finalidad de crear plantas resistentes a las situaciones de estrés en los cultivos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya advirtió que el calentamiento global y las actividades humanas son las principales causantes de las pérdidas de hasta el 40% de los cultivos en todo el mundo, un porcentaje que puede traducirse en 244 mil millones de euros anuales perdidos.

De acuerdo a la FAO la producción agrícola debe aumentar al menos un 60% para el año 2050 con el fin de tener suficiente alimento para la población. La creación de conciencia de la importancia de los cultivos hizo que la organización nombrara en 2020 como el año internacional de la Sanidad Vegetal bajo el lema "Proteger las plantas, proteger la vida".

Ahora bien, las causas de las perdidas de los cultivos pueden reducirse a dos: bióticas, que siempre han sido difíciles de controlar como las plagas de hongos, bacterias y herbívoros, y abióticas, las que causan la mayor cantidad de pérdidas pues se refieren a las sequías, inundaciones, cambios extremos de temperatura, salinidad o radiación en los suelos, entre otras, todas debido a la intervención del hombre.

Un estudio publicado en AoB Plants, una revista de la Universidad de Oxford, explica que los cambios en el ambiente causan un estrés particular en cada planta alterando genes específicos, los cuales en algunas especies termina en una mayor tolerancia al estrés mientras que otras son sobrepasadas en su adaptabilidad genética y mueren.

Cultivos de arroz, maíz, algodón, canola y soja son los más sensibles a las situaciones de estrés provocados por causas abióticas. El estrés en las plantas se refiere a toda aquella condición externa que afecte el crecimiento, desarrollo o productividad.

Los investigadores especialistas en esta problemática han optado por el desarrollo de cultivos transgénicos que puedan adaptarse al estrés abiótico en cualquier parte del mundo. La técnica de hibridación de microarrays (chips de ADN) y Suppression Subtractive Hybridization (SSH) son las línea de investigación más explotadas por los científicos para detectar los genes necesarios para adaptarse al estrés.

Sin embargo, la creación de cultivos transgénicos ha sido un tema de discusión dentro y fuera del mundo científico, principalmente por desconocer cómo será la interación de un organismo modificado genéticamente (OMG) en un ecosistema complejo o las consecuencias que puede acarrear en salud.

Aunque la discusión continua, ya existen alimentos transgénicos aprobados en algunos países del mundo, como muestra el Informe sobre el crecimiento de los cultivos transgénicos en el mundo 2018 del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), donde 26 países cultivaron 191,7 millones de hectáreas de OMG.

Si bien la modificación genética ha sido probada como una de las más exitosas contra las causas de estrés biótico y abiótico en los cultivos, principalmente por la eficiencia para su comercialización, la falta de respuestas de su consumo y producción a largo plazo prueba la falta de investigaciones más rigurosas para saber si los cultivos transgénicos son la solución a l