Un exanalista de la CIA fue condenado a 37 meses de prisión por filtrar documentos Top Secret, los cuales aparecieron en redes sociales en menos de 24 horas.
Una filtración de documentos clasificados de defensa nacional derivó en un caso federal que terminó con la sentencia de un exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a más de tres años de prisión. El 11 de junio de 2025, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó sobre la condena de Asif William Rahman, de 34 años, por transmitir información secreta.
El incidente ocurrió el 17 de octubre de 2024, cuando Rahman imprimió dos documentos Top Secret sobre un aliado extranjero y sus acciones planificadas contra un adversario. Los archivos fueron retirados físicamente de las instalaciones, fotografiados y enviados a personas que no tenían autorización para recibirlos. Para el día siguiente, ya circulaban en varias plataformas digitales con sus marcas clasificadas visibles. Posteriormente, Rahman comenzó una campaña para borrar evidencia en su estación de trabajo.
Bajo contrato con la CIA desde 2016, contaba con acceso a Información Sensible Compartimentada (SCI) hasta su arresto. Fue detenido el 12 de noviembre al llegar a su lugar de trabajo, después de ser acusado por un jurado el 7 de noviembre del mismo año. El 17 de enero de 2025 se declaró culpable de dos cargos por transmisión intencional de datos clasificados y permaneció bajo custodia desde el momento de su detención.
Durante varios meses de 2024, imprimió múltiples documentos de defensa nacional, entre ellos materiales de nivel Top Secret y otros aún más protegidos. Estas copias, que incluían información sensible obtenida en el curso de sus funciones, fueron distribuidos a individuos no autorizados. Las autoridades lograron identificar y procesar el caso en un periodo reducido, enfatizando la gravedad de los hechos y el esfuerzo institucional para proteger la seguridad nacional.
John Eisenberg, fiscal general adjunto de Seguridad Nacional, declaró: "Este acusado traicionó al pueblo estadounidense y los juramentos que tomó al ingresar a su cargo al filtrar algunos de los secretos más protegidos de nuestra Nación". La fiscalía del Distrito Este de Virginia, encabezada por Erik S. Siebert, calificó la respuesta de las autoridades como un ejemplo del compromiso para investigar y sancionar filtraciones de alto riesgo.
Roman Rozhavsky, director adjunto de la División de Contrainteligencia del FBI, indicó: "Al robar y divulgar información clasificada y luego intentar ocultar sus delitos, Asif Rahman no solo violó la ley; también traicionó su juramento como empleado gubernamental y su responsabilidad ante el pueblo estadounidense".
Finalmente, el caso resalta un punto crítico en la era digital: la velocidad con la que información sensible puede pasar de sistemas de alta seguridad a espacios públicos. En un lapso de horas, datos estratégicos del gobierno terminaron disponibles en redes, evidenciando riesgos latentes incluso en entornos con protocolos reforzados.