La arquitectura química de General Motors modifica su producción de autos eléctricos

Tres tipos de baterías compiten en General Motors por el control de su línea eléctrica

La producción de baterías LFP comenzará en 2027 en Tennessee para reducir costos de vehículos eléctricos fabricados por General Motors en Estados Unidos

General Motors (GM) anunció el inicio de una estrategia basada en tres tipos de baterías para abastecer su gama de vehículos eléctricos hasta inicios de la próxima década. La compañía confirmó que incorporará celdas de litio-hierro-fosfato (LFP) en su planta de Spring Hill, Tennessee, a partir de 2027, sumándose a las ya existentes de níquel-manganeso-cobalto-aluminio (NMCA) y a una nueva opción llamada LMR, rica en litio y manganeso.

El proyecto de producción de celdas LFP será gestionado por Ultium Cells, empresa conjunta entre GM y LG Energy Solution. Esta instalación forma parte del complejo industrial donde también se fabrican los modelos eléctricos Cadillac Lyriq y Acura ZDX. La transformación de las líneas actuales para producir LFP comenzará a finales de 2025.

Durante los primeros dos años de implementación, las celdas LFP serán importadas desde otra instalación de LG, posiblemente en Corea del Sur. Se utilizarán en el modelo actualizado del Chevrolet Bolt EV, previsto para entrar en producción antes del cierre de este año. Posteriormente, la planta de Spring Hill asumirá la manufactura local de estas baterías.

Fabricadas con materiales más económicos, las celdas LFP tienen menor densidad energética en comparación con las NMCA. General Motors prevé su uso en vehículos de gama media o compactos. Según el plan comunicado, esta química permitirá acelerar la adopción de modelos eléctricos más accesibles antes de que esté disponible su próxima tecnología, las celdas LMR.

Presentada en mayo por Ultium Cells, la química LMR promete una densidad energética un tercio superior a la del mismo volumen de baterías LFP. GM anticipó que su costo sería similar, por lo que apunta a reducir precios en camionetas y SUV eléctricos de gran tamaño. Las primeras unidades piloto de esta célula estarán listas en 2027, mientras la producción en gran escala comenzará en 2028 en una planta aún no identificada.

Hasta el momento, los vehículos eléctricos de General Motors utilizaron exclusivamente celdas NMCA. Esta tecnología permite almacenar más energía en menor espacio, pero implica costos elevados debido al contenido de níquel y cobalto. Además, la disponibilidad de estos materiales presenta riesgos logísticos y financieros. Entre 2022 y principios de 2024, la empresa enfrentó retrasos de hasta 18 meses en entregas por demoras en la producción de módulos Ultium con estas celdas.

Incorporado a General Motors en febrero de 2024, Kurt Kelty lidera ahora la división de baterías, propulsión y sostenibilidad. Según su visión, el uso de distintas químicas y formatos permite adaptar la tecnología a necesidades concretas de cada segmento. Kelty tiene experiencia previa en Tesla y Panasonic, y es reconocido dentro del sector.

Diversificar tipos de batería ofrece una vía directa para equilibrar costos, densidad energética y capacidad de producción. Las LFP se destinarán a autos compactos, las NMCA a espacios reducidos con mayor demanda de energía, y las LMR a modelos de gran tamaño, sin comprometer el costo por célula.

"Las nuevas líneas acelerarán nuestros esfuerzos por ofrecer nuevas químicas y factores de forma que satisfagan eficazmente las necesidades no cubiertas del mercado", declaró Wonjoon Suh, vicepresidente ejecutivo de LG Energy Solution.