Utilities pierden millones por no integrar datos de fugas en redes de agua

Redes inteligentes sin integración impiden frenar fugas y elevan los costos en 2025

La falta de integración entre plataformas tecnológicas limita el uso efectivo de datos para frenar fugas de agua en sistemas de distribución en 2025

El avance tecnológico permitió a las utilities de agua implementar sensores inteligentes, plataformas de análisis y sistemas de monitoreo en tiempo real. Sin embargo, en 2025 persiste un obstáculo crítico: la falta de integración entre estos sistemas está impidiendo el control eficiente de pérdidas de agua, una problemática que compromete la sostenibilidad, la eficiencia operativa y el uso racional de recursos hídricos.

Desde la instalación de sistemas como SCADA y AMI, muchas empresas recopilaron enormes volúmenes de datos. No obstante, "la disponibilidad de datos no es el reto principal, el problema está en cómo se utilizan los datos. Muchas empresas han instalado sistemas como SCADA y AMI, pero funcionan de forma aislada. La integración de los datos en estas plataformas aporta una visión holística de los sistemas de agua, rompe los silos de información y garantiza que los operadores de campo y los gestores tengan acceso a información práctica", indicó Manuel Parra, vicepresidente de asociaciones y alianzas estratégicas en Xylem.

A lo largo de 2025, el uso de análisis de datos en tiempo real, inteligencia artificial y sensores avanzados fue clave para detectar fugas, prever fallas y reducir tiempos de reparación. No obstante, los beneficios se ven limitados si los datos generados por estos sistemas no se conectan entre sí. Esta desconexión impide la generación de un ciclo de retroalimentación continua que permitiría mejorar la eficiencia hidráulica y energética en las redes de distribución.

Una de las tecnologías destacadas en el control de pérdidas es la sectorización de red o DMA (District Metered Areas). Este método divide el sistema de distribución en zonas pequeñas, permitiendo monitorear entradas y salidas de agua, calcular balances hídricos y localizar pérdidas de forma precisa. Según la fuente compartida con NotiPress, esta estrategia mejora la calidad del servicio y reduce tiempos de respuesta ante fugas al "detectar y controlar fugas dentro de las redes de distribución".

Además, técnicas avanzadas como el monitoreo acústico, la fibra óptica y el análisis de datos de sensores de presión y contadores inteligentes permiten a las empresas identificar fugas en fases tempranas. Estas herramientas, al integrarse con plataformas analíticas, generan información útil para planificar mantenimientos y optimizar las inversiones en infraestructura hidráulica.

Sin embargo, la efectividad de estas tecnologías depende de su integración. Sin conectividad entre plataformas, muchas decisiones se toman con información fragmentada, lo cual eleva los costes energéticos y limita la capacidad de simular escenarios diversos para prever comportamientos del sistema.

De cara al futuro inmediato, la implementación efectiva de estas herramientas dependerá no solo de la inversión en hardware y software, sino también de un cambio organizacional en las utilities. Este cambio debe priorizar la interoperabilidad de los sistemas y la disponibilidad práctica de datos para operadores y gestores.