La desconfianza industrial y el ruido político presionan al peso colombiano

Mercados anticipan recorte de 25 puntos básicos mientras persisten dudas fiscales y políticas

Se deprecia tras la caída en confianza industrial y tensiones fiscales, previo a la decisión del Banco Central sobre las tasas de interés

La moneda colombiana enfrentó una nueva jornada de presión bajista en los mercados cambiarios el miércoles 30 de julio, tras conocerse una fuerte contracción en el Índice de Confianza Industrial. De acuerdo con un análisis de Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, este indicador cayó a 1,5% en junio, desde el 6,1% registrado en mayo. La reducción respondió principalmente a la disminución de los pedidos actuales y al aumento de inventarios acumulados, lo que sugiere una ralentización en el sector productivo.

En contraste, la confianza comercial mostró señales positivas al repuntar hasta 24,0%, lo que podría reflejar mejores perspectivas para la segunda mitad del año. Sin embargo, el debilitamiento industrial ha limitado el potencial de recuperación del peso frente al dólar y otras divisas, según detalla el informe de Pepperstone.

La coyuntura fiscal y política también ha influido en el desempeño del peso. El presidente Gustavo Petro reiteró su intención de aumentar la carga tributaria sobre los sectores con mayores ingresos, con el objetivo de compensar la reducción del apoyo financiero proveniente de Estados Unidos. Esta medida busca reducir el déficit fiscal, aunque ha generado inquietud en los mercados.

El proyecto presupuestario presentado por el Ejecutivo para 2026, con un monto estimado de 557 billones de pesos, enfrenta crecientes objeciones en el Congreso, lo que ha acentuado la incertidumbre respecto a la sostenibilidad de las finanzas públicas.

En el ámbito energético, los precios del petróleo tipo WTI reportaron avances ante el aumento de las tensiones geopolíticas y la presión sobre Rusia para encontrar una solución al conflicto en Ucrania. No obstante, una acumulación inesperada de inventarios en Estados Unidos y la persistente incertidumbre comercial global limitaron el alcance de estas ganancias, impidiendo un efecto positivo significativo sobre la moneda colombiana.

La atención de los inversores se centra ahora en la decisión de política monetaria que tomará el Banco Central este jueves 31 de julio. El consenso del mercado anticipa una reducción de 25 puntos básicos en la tasa de interés, ubicándola en 9,00%. "Cualquier sorpresa al alza podría suponer un alivio temporal para la divisa", afirmó Elizundia.