¿Los usuarios están de acuerdo en llevar IA en sus muñecas? El nuevo desafío de Gemini

El asistente de Google debuta en dispositivos vestibles, pero enfrenta barreras de adopción por hábitos consolidados y falta de usabilidad

La inteligencia artificial generativa de Gemini llega a relojes inteligentes, pero su adopción se dificulta por la necesidad de reentrenar hábitos

La integración de Gemini, el nuevo asistente de inteligencia artificial generativa de Google, en relojes inteligentes como el Samsung Galaxy Watch 8 y el Pixel Watch, marca un avance en el uso de tecnología de asistencia personal directamente sobre el cuerpo. Sin embargo, su adopción plantea desafíos significativos para usuarios acostumbrados a métodos tradicionales de interacción con dispositivos móviles.

"Es realmente fácil usar Gemini como tu segundo cerebro para delegar lo que necesitas recordar", indicó Jean Lee, gerente sénior de producto en Gemini. Durante una demostración, Lee pidió al asistente una sugerencia de artículos para empacar en el día, y recibió una respuesta detallada basada en el clima local, su agenda y preferencias previas, como evitar calzado de suede en días lluviosos. Según Lee, Gemini accede a información previamente compartida por el usuario y la integra en sus recomendaciones.

A diferencia de asistentes anteriores como Google Assistant, Gemini se presenta como un sistema más flexible, que permite comandos menos estructurados y adaptaciones de tono. "Con Assistant, tenías que dictar el mensaje exacto y confirmar antes de enviarlo. Con Gemini, puedes decir: ‘Dile a mi pareja que llego 15 minutos tarde y hazlo en tono divertido’, y él lo redacta por ti", explicó Jaime Williams, gerente de producto de Wear OS.

Entre las funcionalidades destacadas se incluyen recordatorios personalizados, búsqueda contextual, creación de listas, control de rutinas de ejercicio y envío de mensajes entre plataformas. No obstante, su desempeño ha sido inconsistente. En pruebas realizadas, se observaron dificultades como respuestas inexactas, errores por pausas en los comandos de voz y limitaciones para operar con ciertas aplicaciones.

La experiencia también revela un problema de adaptación. Usuarios con más de una década de interacción con interfaces como Google Assistant tienden a seguir rutinas establecidas, lo que dificulta adoptar nuevas formas de uso. Además, la naturaleza abierta y poco delimitada de la IA generativa crea incertidumbre sobre qué tareas pueden o deben realizarse desde el reloj, el teléfono o el navegador.

"El problema es que he pasado más de 20 años alcanzando mi teléfono. No lo pienso. Solo lo hago", comentó un usuario durante las pruebas. A pesar de los avances tecnológicos, muchos usuarios regresan a dispositivos conocidos ante la falta de una guía clara de uso.

Expertos detrás del desarrollo de Gemini en relojes inteligentes coinciden en que la clave para una integración exitosa será ofrecer experiencias intuitivas y beneficios tangibles. Sin esa claridad, el potencial de la tecnología puede quedar subutilizado frente a la familiaridad de hábitos ya arraigados.