Estados Unidos elimina prohibición de vuelos supersónicos sobre tierra y prepara normas que permitirán viajes más rápidos antes de 2027
Viajar entre Nueva York y Los Ángeles en tres horas podría ser posible antes de 2027 tras la decisión del gobierno de Estados Unidos de poner fin a la prohibición de vuelos supersónicos comerciales sobre territorio nacional. Esta medida, vigente desde hace 52 años, marca el inicio de un proceso regulatorio que, de acuerdo con Space.com, transformará la aviación comercial y reducirá de forma significativa los tiempos de viaje en rutas clave.
La orden ejecutiva deroga la normativa impuesta en 1973 por la Administración Federal de Aviación (FAA), que restringió el uso de aeronaves supersónicas sobre tierra por las preocupaciones relacionadas con el ruido. Según el calendario oficial, la prohibición será eliminada antes del 3 de diciembre de 2025. Posteriormente, la FAA establecerá los estándares de certificación de ruido antes del 6 de diciembre de 2026 y publicará las reglas definitivas para su operación en junio de 2027.
En la década de 1970, modelos como el soviético Tu-144 producían estampidos sónicos que dañaban ventanas y generaban molestias significativas, lo que motivó la restricción. Actualmente, empresas como Boom Supersonic han desarrollado tecnologías que permiten alcanzar velocidades supersónicas sin que el estampido llegue al suelo. Este avance, conocido como corte Mach, fue probado con éxito en enero de 2025, cuando el fenómeno se disipó en la atmósfera antes de alcanzar la superficie.
La competencia en el sector incluye a Lockheed Martin, que en colaboración con la NASA desarrolló el X-59, un demostrador con motores situados en la parte superior del fuselaje para reducir las ondas de choque. Este diseño busca minimizar el ruido percibido en tierra y posicionarse como alternativa en el mercado de vuelos supersónicos comerciales silenciosos.
De mantenerse el cronograma, la FAA prevé que la regulación final esté lista en junio de 2027. Space.com destacó que este plazo es comparable al de la integración de drones comerciales en el espacio aéreo estadounidense, lo que refuerza la posibilidad de que los vuelos supersónicos se conviertan en una opción real para los pasajeros en los próximos años.