¿Qué factores acompañan el 77% de respaldo a la eutanasia en Uruguay?

Mayoría parlamentaria y 77% de apoyo social impulsan la legalización de la eutanasia en Uruguay

El 77% de uruguayos respalda la eutanasia, cifra que supera a países con leyes vigentes y se enmarca en la población más envejecida de la región

Una encuesta de Factum situó en 77% el respaldo de la población uruguaya a la legalización de la eutanasia bajo condiciones específicas. Este porcentaje surge en medio del proceso legislativo donde la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley para autorizar la muerte asistida en enfermedades incurables, irreversibles o con dolores considerados insoportables.

La medición incluyó una muestra representativa y estableció un margen de apoyo elevado en comparación con otros países que han regulado esta práctica. En España, por ejemplo, un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas de 2021 mostró un 72% de respaldo. Además, en el caso de Canadá las encuestas previas a la aprobación legal de 2016 reflejaban cifras cercanas al 70%.

Según el informe Cambios en las estructuras demográficas de la Universidad Austral y la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia (REDIFAM), Uruguay presenta el índice de envejecimiento más alto de América Latina. El país registró 82,9 personas de 65 años o más por cada 100 menores de 14 años. También posee la edad mediana más elevada de la región, con 36,4 años. Su tasa global de fecundidad de 1,3 hijos por mujer y una tasa bruta de natalidad de 10,1 nacimientos por cada 1.000 habitantes, ambas por debajo del promedio regional.

En el plano político, la discusión sobre la eutanasia en Uruguay se inició formalmente en 2019, y una propuesta anterior no prosperó en el Senado en 2022. La presencia de bloques partidarios dispuestos a debatir el tema y la aprobación de derechos vinculados a la autonomía personal han configurado un entorno receptivo a iniciativas de este tipo.

Así, el proyecto en trámite contempla que solo personas mayores de edad con residencia acreditada en el país podrán solicitar el procedimiento, previa aprobación de dos profesionales de la salud. El texto establece que el objetivo es ofrecer una muerte indolora, apacible y respetuosa, en línea con marcos regulatorios presentes en Bélgica o Países Bajos.

Comparado con naciones latinoamericanas, el respaldo uruguayo supera ampliamente al registrado en Colombia, donde las encuestas recientes muestran apoyos que oscilan entre 60% y 65%, a pesar de que la práctica está regulada desde 1997. En Ecuador, la Corte Constitucional despenalizó la eutanasia en 2023, aunque no existen aún datos amplios sobre la opinión pública.

El alto nivel de aceptación medido por Factum, sumado a la votación favorable en la cámara baja, refuerza las expectativas de que Uruguay se convierta en el tercer país de la región en contar con una ley específica. La mayoría oficialista en el Senado podría definir el resultado antes de que finalice el año.