Inflación en Estados Unidos supera pronósticos y refuerza expectativas de la Reserva Federal, impulsando al peso mexicano en cinco jornadas seguidas
El peso mexicano extendió su racha positiva al acumular cinco sesiones consecutivas de ganancias, impulsado por cifras de inflación en Estados Unidos que reforzaron expectativas de un ajuste en la política monetaria. Durante la jornada del jueves, la divisa se ubicó en 18.5545 por dólar, con incremento de 0.20% respecto al cierre previo. Durante la semana se registró un retorno acumulado cercano al 1% en total.
De acuerdo con Forbes, el índice de precios al consumidor estadounidense avanzó 0.4% en agosto, mientras que en doce meses creció 2.9%, su mayor variación desde enero. Proyecciones de economistas anticipaban un aumento de 0.3% mensual y 2.9% anual esperado. La diferencia entre lo esperado y el resultado oficial marcó el pulso de los mercados cambiarios durante la jornada.
En paralelo, un reporte sobre el mercado laboral estadounidense indicó alza de 27 mil solicitudes iniciales de subsidios estatales de desempleo durante la semana concluida el 6 de septiembre. El total desestacionalizado se ubicó en 263 mil, mientras analistas estimaban 235 mil. Este incremento mostró un entorno laboral menos dinámico frente a lo previsto.
Tras conocerse los datos, los operadores financieros continuaron incorporando en sus estimaciones un recorte de tasas de referencia por parte de la Reserva Federal en su reunión de la próxima semana. El comportamiento del peso reflejó ese escenario, al fortalecerse frente al dólar pese al aumento inflacionario.
Por otro lado, en México, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía mostraron caída de la producción industrial durante julio respecto a junio, con retroceso superior a lo estimado por especialistas. Todos los sectores registraron contracciones, excepto minería. En la comparación interanual, la actividad industrial también descendió más de lo proyectado inicialmente.
La combinación de factores externos e internos situó a la moneda mexicana en una posición destacada frente a la divisa estadounidense. Los datos de inflación en Estados Unidos y empleo en ese país se mantuvieron como principales referencias para los inversionistas, mientras que en el plano local persistieron señales de debilidad en la industria nacional.
Con este comportamiento, el peso mexicano cerró la semana con un desempeño favorable, sustentado por la dinámica internacional y los movimientos en expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal, principal economía mundial.