Epicentro histórico de Acambay reaparece en estudios de riesgo para Edomex

Estado de México se ubica entre fallas de Acambay y cercanía con la costa de Guerrero

Fallas en Acambay con capacidad de sismos de magnitud 6.0 y coincidencias de septiembre mantienen en alerta al Estado de México, señalan expertos

Las fallas sísmicas de Acambay representan un riesgo directo para millones de habitantes del Estado de México, advirtieron especialistas universitarios. Estudios geológicos muestran capacidad para generar sismos de hasta magnitud 6.0, antecedente registrado en 1912, mientras sistemas de alerta continúan siendo limitados.

El Servicio Sismológico Nacional informó que el territorio mexiquense mantiene vulnerabilidad elevada por su cercanía con la costa de Guerrero y por la conexión geológica con Michoacán. Estas condiciones se suman a eventos registrados en el centro del país, entre ellos el terremoto del 19 de septiembre de 2017 con epicentro entre Puebla y Morelos.

Juan Carlos Garatachia Ramírez, profesor e investigador de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), explicó: "Los sismos ocurren cuando las placas tectónicas generan movimientos bruscos en la corteza terrestre, liberando energía que se percibe en superficie". Además recordó que México se ubica en zona de interacción entre placas del Pacífico, Norteamericana, de Cocos y del Caribe.

Así, el académico destacó la importancia de Acambay al norte de la entidad. "Una fuente importante de sismicidad en el territorio estatal es Acambay, al norte del estado, donde estudios geológicos han revelado fallas capaces de generar sismos de hasta magnitud 6.0. De hecho, existe un antecedente de 1912", puntualizó. Estas fallas, explicó, se extienden hasta Morelia y continúan activas.

Datos recopilados por la UAEMex en coordinación con el SSN permiten confirmar que la población mexiquense enfrenta riesgos de distinta procedencia. El organismo nacional registra de manera permanente microsismos de hasta 4 grados Richter, cuya observación resulta esencial para anticipar movimientos mayores.

En relación con la percepción pública sobre septiembre, Garatachia Ramírez indicó que la coincidencia de cuatro sismos el día 19 no refleja un patrón estacional. El estudio Eventos sísmicos en México coincidentes en fechas: análisis espacio-temporal documentó 316 sismos superiores a magnitud 6.0 entre 1900 y 2022. Diciembre encabeza la lista con 27, seguido de junio con 20, mientras septiembre acumuló 18, número similar a octubre y noviembre.

Además, el investigador subrayó que los sistemas de alerta temprana cumplen una función decisiva. "Buscan salvaguardar vidas; la infraestructura es difícil protegerla por completo, pero contar con segundos de anticipación puede hacer la diferencia", señaló. La UAEMex insiste en fortalecer la cultura de prevención y ampliar la red de sensores para garantizar cobertura amplia en la entidad.

Con motivo del Segundo Simulacro Nacional previsto para el 19 de septiembre, se incorporará por primera vez el envío de alertas sísmicas a más de 80 millones de teléfonos móviles en todo México. Este mecanismo complementará los altavoces ya instalados y permitirá evaluar la capacidad de respuesta ciudadana ante un evento real.