Consejo de Seguridad de la ONU restablece sanciones por violaciones al pacto de 2015; Irán promete represalias y llama a consultas a sus embajadores.
Naciones Unidas restableció el embargo de armas y una serie de sanciones contra Irán tras acusaciones de incumplimiento del acuerdo nuclear firmado en 2015. La decisión, impulsada por Reino Unido, Francia y Alemania, reaviva las tensiones regionales e internacionales a pocos meses de ataques israelíes y estadounidenses contra instalaciones iraníes.
Las sanciones se activaron mediante el mecanismo de "snapback", previsto en el acuerdo original, y entraron en vigor el 28 de septiembre de 2025. Incluyen la prohibición de enriquecer uranio, restricciones a transacciones nucleares y misilísticas, congelamiento de activos, veto de viajes a individuos señalados y limitaciones al sistema financiero. También se autorizan inspecciones de buques y aeronaves iraníes en aguas internacionales.
En una declaración conjunta, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Reino Unido y Alemania instaron a "acatar plenamente estas resoluciones". A su vez, la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, confirmó que el bloque "procederá ahora a aplicar sin demora la reimposición de todas las sanciones relacionadas con la energía nuclear".
Desde Teherán, el gobierno calificó la medida como una agresión y anunció el llamado a consultas de sus embajadores en Londres, París y Berlín. El presidente Masoud Pezeshkian aseguró que Irán continuará dentro del Tratado de No Proliferación Nuclear, aunque advirtió que la respuesta a las sanciones será "dura".
Israel celebró la reactivación de las sanciones. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, "a partir de hoy, las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra Irán regresan de manera oficial", y agregó que el objetivo es "impedir un Irán con armas nucleares".
Por su parte, Rusia rechazó la medida. El canciller Sergey Lavrov declaró que "es ilegal y no puede aplicarse", y notificó al secretario general António Guterres sobre lo que consideró "un grave error".
El acuerdo nuclear original, firmado por Irán, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania, tenía como fin frenar el desarrollo atómico iraní a cambio del levantamiento progresivo de sanciones. Sin embargo, el retiro unilateral de Estados Unidos en 2018 debilitó el pacto, cuyas condiciones Irán dejó de cumplir progresivamente.
El regreso de las sanciones marca un nuevo quiebre diplomático en torno al programa nuclear iraní y visualiza la incertidumbre geopolítica en Medio Oriente, especialmente en un escenario marcado por enfrentamientos militares, estancamiento negociador y riesgos de escalada regional.