Colombia cancela la Línea de Crédito Flexible del FMI, suspende acceso a recursos hasta 2025 y genera reacciones políticas y económicas
El acceso de Colombia a la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI) se mantendrá suspendido hasta el vencimiento del acuerdo vigente. Esto sucedió luego de la decisión de las autoridades de cancelar este instrumento financiero, confirmó el Banco de la República.
La LCF había sido aprobada en abril de 2024 por el Directorio Ejecutivo del FMI, con un plazo de dos años y un monto de 6.133,5 millones de derechos especiales de giro (DEG), equivalentes a 8.100 millones de dólares al momento de su aprobación. Este acuerdo reemplazó al suscrito en 2022 y fue presentado como un mecanismo precautorio frente a riesgos externos que pudieran afectar a la economía nacional.
Dicha cancelación se produjo tras la suspensión del acceso a los recursos de la LCF decretada por el FMI desde el 26 de abril de 2025, medida que continuará hasta la expiración del convenio. Esta decisión se enmarca en la evaluación realizada durante la consulta del Artículo IV. Después de la reunión de la Junta Directiva del 30 de septiembre, el Emisor explicó: "la decisión responde a la actual solidez de la liquidez internacional del país, respaldada por un nivel de reservas internacionales de USD65.500 millones".
Ese nivel de reservas se consolidó gracias a un programa de acumulación ejecutado en 2024. Allí se sumó 1.500 millones de dólares, y a la rentabilidad de los portafolios, que generaron 4.500 millones de dólares entre 2024 y lo transcurrido de 2025. En su comunicado, el Banco de la República precisó: "la cancelación del acuerdo vigente no afecta el cronograma de pagos del desembolso realizado en diciembre de 2020 bajo la LCF. La única cuota pendiente será abonada en diciembre de 2025, conforme a lo previsto".
Leonardo Viilla, el gerente general del banco de la República, descartó efectos negativos sobre la credibilidad financiera del país. En sus palabras, "el nivel de las reservas internacionales es lo suficientemente fuerte para haber sustentado la decisión" y, entonces, "no tendrá implicaciones financieras relevantes".
Esta determinación ha generado reacciones inmediatas de distintos sectores políticos y económicos nacionales. La exvicepresidente Marta Lucía Ramírez señaló en X: "El Gobierno de Petro cancela la Línea de Crédito Flexible del FMI tras un informe que denuncia el déficit del 6.7% y deuda al 61.3% del PIB". También afirmó: "esto nos aleja de la estabilidad lograda en nuestro gobierno (2018-2022), con el respaldo clave de la LCF" y advirtió que la decisión representa "un paso al abismo económico".
La economista Adriana Oviedo consideró que "la salida de la LCF del FMI cristaliza un problema de credibilidad fiscal en Colombia". Además, advirtió: "sin el ‘blindaje’ externo, el foco de agencias de riesgo se centra en el déficit y la rigidez del gasto". Según agregó, "el Gobierno se ve forzado a un ajuste no discrecional para reanudar la senda de la deuda".
Por su parte, la excónsul Claudia Bustamante calificó la medida como una "gravísima noticia para el país". Explicó que, "sin el respaldo del FMI, Colombia pierde confianza internacional, por lo que hay más riesgo, más costo y más incertidumbre económica".
En tanto, el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas vinculó el hecho con la reciente renuncia del ministro Germán Ávila a su visa estadounidense. El exfuncionario señaló que "es curioso que el día que se renuncia al ‘USO’ de la visa (un concepto absurdo) se renuncia al uso de los recursos del FMI" y alertó que "nos están empobreciendo por cuenta del delirio".