Ritmos dispares entre innovación tecnológica y regulación jurídica amplifican riesgos en compliance y exponen vacíos legales crecientes
Mientras la inteligencia artificial avanza a gran velocidad, los marcos regulatorios intentan seguirle el paso ante crecientes riesgos para gobiernos y empresas.. En el contexto del GRC Summit 2025, especialistas advirtieron que la velocidad del cambio tecnológico supera por mucho los ritmos normativos, afectando la gestión de riesgos y la seguridad institucional.
Desde Ciudad de México, Antonio Quevedo, directivo de la empresa Global Suite, advirtió a NotiPress: "la normativa es algo que no va a parar. Cada vez vamos a estar más expuestos a regulaciones. Europa, que es la gran generadora de normas, no para de regular y luego mucha de esa normativa viene en Latinoamérica".
Según Quevedo, la inteligencia artificial se convirtió en una herramienta clave para las organizaciones. "La inteligencia artificial ha venido para quedarse y nosotros la vemos como un aliado", precisó. Añadió que su adopción responde a dos frentes principales: "la mejora de procesos de nuestra propia compañía y la mejora tecnológica que ya estamos implementando en Global Suite".
De todas maneras, este avance no está exento de desafíos. "La tecnología está avanzando con tal rapidez que va a ser un reto llegar a un nivel de control sobre la IA ", sostuvo el experto. Aclaró que aunque ya existen referencias normativas, "la tecnología va por un camino que es libre, y los reguladores van siempre por detrás".
Este desfase normativo complica también la definición de perfiles profesionales capaces de gestionar la IA en entornos corporativos. Según Quevedo, "la inteligencia artificial no es magia, se necesita mucho conocimiento. Es algo que está cambiando todos los días".
Otro factor clave identificado por Global Suite es la vulnerabilidad de las cadenas de suministro. "Vemos un nicho claro y de mucho problema para las empresas que es el riesgo de los proveedores, que es por donde están viniendo la mayor parte de los ciberataques", advirtió Quevedo. Ante esto, su hoja de ruta hacia 2030 prioriza la gestión tecnológica de estos riesgos y la preparación ante posibles disrupciones causadas por la IA.
En cuanto a herramientas para enfrentar estos desafíos, el vocero insistió en la importancia de adoptar soluciones tecnológicas especializadas en gobernanza, riesgo y cumplimiento (GRC). "Gestionarla sin tecnología, gestionarla en un Excel no es viable", afirmó. Además, destacó que los retornos de inversión en este tipo de plataformas pueden alcanzar "el 35.45% dependiendo del tamaño de las empresas".
Frente a un entorno donde la inteligencia artificial sigue evolucionando con velocidad inédita, y las leyes apenas comienzan a definir sus límites, el compliance global se enfrenta a una etapa de redefinición. Mientras la tecnología avanza en jet, la regulación jurídica apenas comienza a pedalear, dejando a empresas e instituciones en un terreno incierto que exige adaptación inmediata y planificación estratégica.